Trapped In Your Heart (JinTae) [+18]

24. Couple

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A Taehyung le dolían los pies. Había preferido caminar, hace tiempo no lo hacía, pero había olvidado un detalle: sus pies estaban hinchados por la retención de líquidos, cosas del embarazo. No estaba preocupado por caminar por la calle, no corría peligro, ya sabía que era bien seguido por sus guardaespaldas.

Finalmente y con un suspiro llegaba hasta el gran edificio de Kim Visuals & Marketing. Caminaba un poco más hasta la recepción, donde había un hombre de traje.

--¿Disculpe? --saludaba con una inclinación. --Vengo a ver al señor Kim Seokjin. --agregaba de manera cortés

--¿Tiene una cita? --preguntaba el hombre con una sonrisa falsa.

--No, claro que no. Es una sorpresa. --contestaba entusiasmado.

--Al señor Kim no le gustan las sorpresas. --era la respuesta.

--Bueno, esta le gustará mucho. --respondía el doncel, con una sonrisa geométrica que hacía ruborizar al hombre de traje. --¿Le puede decir que lo estoy esperando? Le traje el almuerzo. --señalaba el rubio, mostrando una bolsa.

El hombre se aclaraba la garganta --Lo siento, mire. Si no tiene cita y no se me ha informado nada, no lo puedo hacer subir. ¿Podría...? --indicaba el hombre con la mano para que Taehyung se moviera, ya que había una pequeña fila detrás de él.

--Entiendo. ¿Puedo esperar ahí? --indicaba a un espacio con algunos sofás negros y sillas que sabía eran incómodas. --Supongo que sí... --decía sin esperar respuesta.

Taehyung miraba con tristeza la bolsa que traía el almuerzo de su novio. Se había esmerado preparando algo para el castaño. Tomaba asiento en uno de los sofás. Estaba cansado. Se había levantado temprano para cocinarle y sorprenderlo. Además tuvo ese odioso examen de glucosa que lo dejó agotado y con hambre. No se dio cuenta cuando comenzó a cabecear y parpadeaba un poco, tratando de mantenerse despierto. Ese sofá era tan incómodo.

Unos minutos después se abría la puerta del ascensor en el hall principal y Seokjin veía de frente a su novio, casi dormitando en el sofá y abrazando contra su pecho lo que parecía ser una bolsa ecológica.

Se acercaba rápidamente al bonito chico y se agachaba para quedar a su altura.

--¿Bonito? --susurraba con ternura, sin poder evitar sonreír.

El doncel parpadeaba un par de veces y luego enfocaba su vista en la cara de su guapo novio.

--¡Jinnie! --exclamaba el rubio, para luego colgarse de su cuello. El castaño reía.

--¿Qué haces aquí, amor? --decía Jin extrañado. Se suponía que se verían a la tarde.

--Yo quise traer tu almuerzo, lo preparé esta mañana. --explicaba aún algo adormilado. Sus rizos estaban algo despeinados, pero le hacían ver aún más tierno.