Capitulo 4

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Mientras más se acercaba al pueblo noto la soledad de las calles, Ese lunes no había personas caminando, tampoco niños jugando y no había ninguna tienda abierta. Estaba todo desolado, lo más parecido a un desierto que nunca pensó ver. El silencio en las calles predominaba y esto le generaba escalofríos ̈todo está bien ̈ pensaba él ¨actúa como si esta tranquilidad no te diera miedo¨continuo. Todos estos pensamientos fueron interrumpidos por el chistar de una persona, Charlie salió de su burbuja buscando de dónde salió el llamado. Con la vista desorbitada Charlie al fin pudo ubicar de donde venía el llamado , era Rebecca desde una ventana quien le hacía gestos con su mano para que se acercara rápidamente.

—No tienes la más pálida idea de lo que estás haciendo a esta hora— Exclamó la pelirroja en un tono molesto.

— Apenas son las 14:45— Dijo Charlie

— No comprendes nada, a esta hora nadie puede salir, es la hora del paseo de la ola— dijo rebeca en un susurro, mirándolo de manera seria

Charlie no llegó a pensar nada, cuando unas campanadas sonaron.— ay no ya es tarde— dijo Rebecca empujando a Charlie a través de la ventana.—Te ruego silencio— dijo Rebecca en un tono tenso mientras empujaba a Charle hacia abajo donde la ventana sin cortinas ya no los notara.

— ¿Se puede saber que es el paseo de la ola?— preguntó él en un tono de preocupación

— Rituales de los pueblerinos y basta de preguntas — dijo Rebecca antes de que Charlie pudiera opinar cualquier cosa.

El silencio abrazador de la calle fue lentamente interrumpido por pasos de personas, quienes levantaban su voz, pero para donde estaba charlie sus palabras eran murmullos.

Al pasar de los minutos las voces marcaron presencia.

—¨ Nuestra diosa, le rogamos salvación, le rogamos prosperidad, le rogamos paz ¨ — Eso gritaba una voz poderosa otro coro gritaba ¨viva¨ a cada oración que gritaba la poderosa voz.

Charlie tenía la piel erizada y ya se notaba intranquilo, mientras tanto Rebecca se veía alerta como si en cualquier momento saltara a atacar a alguien. Las voces marcaron más presencia aún estaban aproximadamente en la esquina según Charlie.

Esto lo puso peor, de una manera inexplicable sudaba demasiado, sentía que iba a llorar de una crisis nerviosa sin sentido y no podía calmarse

— Tengo que salir de aquí— No puedo, no se que me pasa no puedo estar en este estado — Cuando hizo en intento a pararse rebeca lo sostuvo con firmeza. — No, no puedes, no te imaginas lo que te van a hacer ellos — Rebecca es interrumpida por los gritos de una mujer. Los dos chicos se acercaron a la ventana para ver el escenario, un niño pequeño corría desesperado por la calle mientras su madre le rogaba a gritos y lágrimas que volviera.

El pequeño niño hacía un escándalo por su crisis de pánico.

Charlie nunca se imaginó que de manera tan despiadada dos personas que realizaban los cánticos sacaron un arma y dieron directamente al menor. Este cayo al suelo, como si de un animal se tratara, estas personas se acercaron al cuerpo.

Charlie pudo distinguir su vestimenta ropa negra con un tapado bordo y una marca en la espalda que hizo temblar a el chico , el mismísimo logo que habían grafiteado en la calle de su casa.

— NO — Gritó Charlie desesperado,

¿Qué significaba eso?

¿Que era este pueblo?

Porque nadie le había contado nada sobre ¨su ritual¨, y porque este tenía que ser tan despiadado.

Charlie no hacía nada más que sobre pensar las respuestas a las incontables preguntas que tenía, ni siquiera Rebecca podía hacer que este se calmara. 

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Nota: ¿Se Puso interesante el asunto?

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