Han pasado un año y medio desde aquel fatídico día que transformó para siempre la vida de Saitama. Tras haber completado rigurosamente su intenso entrenamiento, Saitama ha alcanzado un nivel de poder absolutamente inigualable. Durante este tiempo, ha enfrentado a numerosos Kaijin, derrotándolos a todos con un solo golpe. Sin embargo, cada victoria le deja un sabor amargo de insatisfacción.
A medida que Saitama continúa su cruzada solitaria contra las fuerzas del mal, la realidad de su nueva existencia comienza a pesarle. Su sueño de ser el más fuerte, aquel que una vez lo llenó de determinación y propósito, ahora lo sumerge en un mar de monotonía. Aunque sabe que ha superado con creces la fuerza de héroes y monstruos por igual, cada combate lo siente menos como una batalla y más como una simple molestia. Los enemigos, que para otros representarían un desafío formidable, para él son poco más que moscas zumbando impotentes a su alrededor.
Este sentimiento de vacío lo invade cada vez más, dejándolo preguntándose si la fuerza sin igual que tanto deseó es realmente todo lo que esperaba. Frente a él, un mundo de adversarios insignificantes; dentro de él, un creciente abismo de desilusión. ¿Qué significado tiene ser el más fuerte cuando no existe desafío que lo estimule ni propósito que lo guíe?
En un intento de escapar de sus pensamientos recurrentes, Saitama se sienta frente al televisor en su modesto apartamento. La pantalla ilumina la habitación con la luz del sol que se filtra por la ventana, mientras una voz monótona del presentador de noticias informa sobre el clima. Sin embargo, la tranquila tarde se ve interrumpida abruptamente por un corte especial de noticias. La pantalla muestra imágenes caóticas de Ciudad A, sacudida por temblores y explosiones.
"Debe de ser un Kaijin," murmura Saitama con una mezcla de interés y desdén mientras observa la transmisión que pronto se llena de estática. Se levanta, apagando el televisor con un gesto de frustración. "Y provoca explosiones, eso es algo nuevo. Y como siempre, esos inútiles héroes no aparecen. Perfecto, será una buena excusa para salir."
Con un tono cargado de sarcasmo y una sombra de expectativa, Saitama se pone su capa de héroe, no tanto por idealismo, sino como un gesto habitual, una mera formalidad. Mientras se dirige hacia la puerta, el peso de su poder se siente tanto como una bendición como una maldición. Hoy, quizás, este nuevo enemigo ofrezca algo diferente. Algo que finalmente pueda llenar ese vacío, aunque sea por un momento.
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Ni Héroe Ni Villano (One Punch Man FanFic)
FanfictionDespués de presenciar la negligencia flagrante de los héroes y lo podrido que está el mundo, Saitama se sumerge en un mundo turbio donde la línea entre el bien y el mal se desdibuja. Desilusionado y desencantado, abraza su papel como antihéroe, luch...