Después de presenciar la negligencia flagrante de los héroes y lo podrido que está el mundo, Saitama se sumerge en un mundo turbio donde la línea entre el bien y el mal se desdibuja. Desilusionado y desencantado, abraza su papel como antihéroe, luch...
Saitama y Genos se encontraban en un páramo desértico, dispuestos a entrenar. Justo antes de empezar, Genos le comentaba a Saitama sobre su reciente registro en la página web de la Asociación de Héroes y la ausencia de nombres heroicos asignados a sus perfiles.
Genos: "Sensei, ahora que estamos registrados en la Asociación, aún no tenemos nombres de héroes. Nos asignarán uno cuando empecemos a ser más activos".
Saitama: "¿Nombres de héroes? ¿Para qué?"
Genos: "Creo que son sobrenombres que representan tus atributos y características. Por ejemplo, yo podría ser "Blond Cyborg"."
Saitama, con una expresión algo divertida y sarcástica, contempló lo absurdo de la idea.
Saitama: "Con esa lógica, a mí me tocaría "Caped Baldy". Suena demasiado estúpido y literal. No sé quién pensaría que eso es una buena idea".
Genos: "No se preocupe, Sensei. Al final, los nombres son solo etiquetas superficiales. Lo que realmente importa es cómo actuamos como héroes".
Saitama asintió ligeramente, aunque aún parecía poco convencido sobre el concepto de nombres heroicos, enfocando su atención en el entrenamiento que estaba por comenzar.
Tal como en la historia original, Saitama y Genos se preparaban para un intenso entrenamiento en el páramo desértico. Genos, ansioso por medir su progreso y aprender de su maestro, agradecía a Saitama por su disposición a ayudarle a fortalecerse.
Saitama: "Bueno, pero recuerda que es solo un entrenamiento. No nos vayamos a los extremos, ¿ok?"
Decía Saitama con cierta preocupación, consciente de su propia fuerza y temiendo poder lastimar seriamente a Genos con un solo golpe desmedido.
Genos, con su habitual seriedad, respondió con entusiasmo, sin mostrar señales de miedo o duda ante el poder de su maestro.
Genos: "Eso era exactamente lo que tenía en mente, Sensei. Te atacaré con todo lo que tengo para que pelees en serio".
Saitama, escuchando a Genos pero manteniendo su característica indiferencia, solo asintió con un: "Ajá".
Tal como en la historia original, el combate entre maestro y discípulo se desarrollaría con una intensidad impresionante. Saitama esquivaba con facilidad los rayos de calor, los golpes y las patadas de Genos, demostrando su asombrosa velocidad y agilidad.
En un punto culminante del enfrentamiento, tal como en la historia original, Genos lanzaría su rayo de incineración a máxima potencia, un ataque devastador destinado a probar los límites de Saitama. Pero, con su habitual despreocupación, Saitama simplemente se apartaría, evitando el ataque sin esfuerzo, dejando una clara muestra de la abismal diferencia de poder entre ambos.
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