Después de presenciar la negligencia flagrante de los héroes y lo podrido que está el mundo, Saitama se sumerge en un mundo turbio donde la línea entre el bien y el mal se desdibuja. Desilusionado y desencantado, abraza su papel como antihéroe, luch...
Saitama decidió ir al cuartel de la Asociación de Héroes de Ciudad Z por segunda vez. Después del incidente con Fubuki, interpretó que la vida le estaba pidiendo a gritos que subiera de rango, así que se dirigió a presentarse ante los ejecutivos. Sorprendentemente, esta vez no le hicieron ninguna prueba ni hubo videollamada con Sweet Mask. Le entregaron un papel que lo certificaba como héroe de Clase A, colocándolo en el último puesto de esta categoría.
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Los ejecutivos sabían muy bien quién era Saitama. Además, en unas votaciones virtuales, Saitama había sido el sujeto con más votos en Clase B, humillando indirectamente a Fubuki una vez más.
Tal como en la historia original, Garou continuaba con su cacería de héroes, atacando a cualquier héroe de Clase B y Clase A que se encontraba, como Golden Ball y Spring Mustachio. Su agresión no se limitaba solo a los héroes; también le partió la cara a un ejecutivo de la Asociación de Héroes.
A diferencia de la historia original, Saitama no se encontraría con Garou esta vez, ya que no estaba buscando una peluca para suplantar a Charanko en el torneo de artes marciales, dado que obviamente no iba a participar.
Al día siguiente, los sucesos en los que Metal Bat cuidaba a Narinki y su hijo pequeño se desarrollaron sin cambios. Metal Bat luchó valientemente contra Ciempiés Junior, Ciempiés Mayor y, finalmente, contra Ciempiés Anciano. Su combate con Garou también ocurrió de la misma manera, sin alteraciones. En resumen, lo que sucedió en Ciudad S se mantuvo fiel al manga y al anime, incluyendo el secuestro del hijo de Narinki por parte de la Asociación de Monstruos.
Mientras tanto, Saitama y Genos se encontraban en el apartamento, disfrutando de un día tranquilo. El Torneo de Super Lucha se desarrollaba por ahora normalidad, aunque esta vez, Saitama no estaba presente y Sneck tampoco al estar muerto. Los combates continuaban, y la ausencia de Saitama alteraba ligeramente la dinámica del torneo, pero los participantes seguían luchando con fervor, buscando la victoria.
La paz no duraría mucho. En varias ciudades comenzaron a aparecer kaijines peligrosos, con niveles de desastre que oscilaban entre tigre y demonio. En el apartamento de Saitama, Genos recibió un mensaje urgente de la Asociación de Héroes, informando que múltiples ciudades estaban bajo ataque y que necesitaban su ayuda con urgencia. Genos se preparó rápidamente y le comunicó la situación a su Sensei.
Genos: "Sensei, hay kaijines muy poderosos atacando varias ciudades. Muchas vidas están en peligro y los héroes que están peleando están en apuros. Tenemos que hacer algo."
Saitama, quien estaba relajado viendo televisión, se preocupó al escuchar la noticia y apagó el televisor de inmediato.
Saitama: "¿Acaso están llevando a cabo una invasión?"
Genos: "Eso parece, Sensei. No dejan de aparecer más y más monstruos."
Sin perder tiempo, Saitama se puso su traje de combate.
