Hay veces en las que las personas lastimadas son las más bondadosas.
Quizás un corazón herido entiende, cómo no causar dolor en los otros.
-Charles Chaplin"
Gray
Vampiro—Esto me da muy mala espina—murmura Harlan a mi lado, a la vez que se pasa una mano por el cabello.
Doy un pequeño asentimiento.
Los escucho hablar, aún cuando ya hemos entrado al edificio. Todos nos miran de reojo, fingiendo seguir en sus cosas. Las miradas de desconcierto y miedo están todas sobre Caín, quien con una sonrisa los ignora completamente, centrándose nada más en lo que hay frente a él.
Pasamos por el corredor que ya conocemos bastante bien y subimos los siete pisos hasta la oficina por el ascensor.
Sin perder mucho tiempo entramos sin tocar.
Al entrar lo primero que podemos ver es al jefe sentado en su escritorio, como es de costumbre con una copa de "vino" en su mano. Sentado en frente de este en una de las sillas, de espaldas a nosotros, está el joven chico que reconozco como el humano por su olor y a su lado está una chica, desconocida para mí, también de espaldas, con una larga melena oscura y lacia.
Estoy a punto de hablar cuando el jefe se levanta, rodea el escritorio y comienza a caminar hacia nosotros.
—¿Que creen que pasaría si Boren llegara a atacar y no estamos preparados para pelear?—ladea la cabeza en mi dirección, y luego pasea la mirada por cada uno de nosotros, deteniendose un segundo en Harlan. Enlaza las manos en su espalda, levantando la barbilla.
—Moririamos todos—Le aseguro, frunciendo el ceño, y dirigiendo mi mirada al humano, que tiembla encogido en el asiento aún sin siquiera mirarnos. Uso mi don en él, y una sonrisa divertida se forma en mis labios al sentir su miedo en carne propia. A veces me sorprende mi propio don; lo real que siento las emociones de los demás. Cómo si fueran propias de mí. Me gusta y me asusta a la vez. Por culpa de mi don estuve a punto de acostarme con Harlan. De verdad, ya comienza a causarme algo de molestia.
—¿Y si nosotros fuéramos los que atacaremos y ellos no estuvieran preparados?
—Igual moririamos—responde Harlan, lo miro de reojo y veo como enarca una ceja. Seguro debe estar pensando por qué carajos Allen no nos dice directamente lo que quiere darnos a entender. Pero yo lo conozco más que él, y puedo imaginar la razón.
—¿Por qué?—el jefe vuelve a su asiento frente al escritorio, enlazando las manos sobre el. Por segunda vez su mirada para sobre Cain, y lo mira fijamente—. ¿Se dan cuenta de lo vulnerables que somos en estos momentos?—me mira—¿Se han puesto a pensar en eso?En qué nos hemos estado desviando poco a poco de nuestro objetivo de acabar con Boren, antes de que sea tarde y termine destruyéndonos él—el jefe parece un poco perturbado, la diversión que tenia cuando llegamos poco a poco se va transformando en una desesperación un tanto inquieta. Suspira a la vez que con las manos se masajea lentamente las sienes, tratando de liberar un poco el estrés.
Miro por el rabillo del ojo el momento exacto en que Caín da varios pasos al frente, hasta quedar detrás del humano e inclinar lentamente el cuerpo hasta que su boca queda a centímetros de la oreja del chico.
—¿Te has puesto a pensar tú en que el color verde no te queda?—exclama, tirando un poco de cuello de la camiseta del chico, haciéndolo sobresaltar y soltar un jadeo de sorpresa antes de quedar paralizado de miedo.
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Inefable©
Science FictionEn un mundo donde viven humanos y criaturas sobrenaturales, tres amigos, Harlan, Caden y Gray, se encuentran ante un desafío inesperado. Cuando un humano escapa y llega al territorio de los seres sobrenaturales, todo cambia. Secretos que estaban oc...