Jaehyun.
Nunca había notado realmente cómo podía pasar un día hasta que Taeyong hubiera salido por la puerta casi diez horas antes.
Mierda. Sentí como si hubiera pasado una eternidad desde entonces. Había visto la televisión -que era adormecedoramente aburrida durante el día- Doyoung me había visitado durante una hora o dos, vi hasta el final The Stand, que había visto hasta la mitad, y en un momento incluso había recurrido a la reorganización de mi armario de cereales.
No tenía ni idea de cómo iba a pasar varias semanas más de permiso por mi cuenta. Pronto podría empezar a caminar y a correr, pero por ahora, estaba aburrido hasta la médula.
Estaba haciendo la cena para cuando Taeyong llegara a casa, y me estaba acomodando para ver su programa. Lo curioso es que nunca había sintonizado las noticias hasta que empecé a cuidarlo. Sí, sabía que era su trabajo y que le pagaban bien por hacerlo. Pero nunca había visto las noticias de la noche. Lo atribuyo a que ya he visto suficientes cosas malas en mi vida diaria.
Estos días, sin embargo, estaba sintonizando por razones muy diferentes. Claro, tenía curiosidad por lo que pasaba en el país, pero me interesaba más poner los ojos en Taeyong.
Después de pasar a Neo Entertainment, capté la secuencia de apertura del globo verde y blanco en el set de Taeyong, y luego la cámara hizo un zoom sobre su hermoso rostro.
—Buenas noches a todos. Gracias por acompañarnos en NCT News este lunes por la noche. Me gustaría empezar diciendo lo emocionado que estoy de volver a traerles las noticias esta noche...
Joder, Taeyong era un tipo muy atractivo. Sabía que le preocupaba parecer cansado y atontado, pero no parecía ninguna de esas cosas esta noche. Se veía hermoso, sofisticado, y cien por cien arreglado con su camisa azul claro y su traje color carbón, y no podía creer que había tenido la suerte de despertarme con él en mis brazos esta mañana.
Durante los siguientes treinta minutos -está bien, más como cuarenta después de que volviera a ver su discurso de clausura un par de veces- no dejé mi silla. Era como un adicto al que se le había negado su toma todo el día. Me senté allí bebiendo en la curva de sus labios, las líneas de la risa de sus ojos, y la alegría que iluminaba su cara mientras él finalizaba su transmisión de la noche.
Se veía feliz, emocionado de estar en el trabajo, y me dio una sensación de tranquilidad saber que su primer día de regreso había transcurrido sin problemas, porque me preocupaba que las preguntas y los recuerdos pudieran dar una respuesta, para la cual no estaba preparado.
Supuse que tardaría una hora más o menos en llegar a casa, y decidí ducharme para pasar el rato. Era eso o sentarme a mirar el segundero de mi reloj de pared. Justo cuando estaba a punto de ir a mi habitación, mi teléfono empezó a sonar. Lo agarré de la mesa de la cocina, pensando que podría ser Taeyong. Pero mi corazón casi se detuvo ante el nombre que parpadeaba allí: Kun.
Sólo conocía a un Kun, y no se me ocurrió ninguna razón para que me llamara ahora a menos que algo hubiera pasado. —Jaehyun aquí.
—¿Detective? Es Qian Kun. El jefe de Taeyong.
—Lo sé, todavía tengo tu número. ¿Qué es lo que pasa? ¿Le ha pasado algo a Tae?
Podía oír a alguien hablando en el fondo, y estaba a unos dos segundos de pedirle a Kun que se moviera a un lugar tranquilo cuando le gritó a quien fuera: —Cállate, no puedo oír. —Las cosas se pusieron muy tranquilas entonces—. ¿Sigues ahí? —preguntó.
—Sí. ¿Tae está bien? ¿Dónde está?
—Está aquí, y está bien en su mayor parte...
—¿En su mayor parte? ¿Qué carajo significa eso?
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2 | Hallucinate | Jaeyong
General FictionA D A P T A C I Ó N. 🍀 2da parte de Vicenda Interna.