Vegeta vuelve de la muerte gracias a las esferas del dragón de Namek. Antes de que el sea trasportado a la tierra por el ultimo deseo, logro a toda velocidad interceptar a Dende para modificar el deseo: Solo el y el saiyayin Son Goku se quedarían co...
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---Ya casi llego a ese lugar---
Vegeta estaba volando por encima de las nubes para evitar ser detectado por alguien. Usaba el rastreador para guiarse y no tener que bajar a mirar por donde se estaba dirigiendo. De repente, todo su cuerpo se detuvo abruptamente al sentir una creciente cantidad de ki a dirección contraria de donde iba, tan grande era, que su piel palidecía del temor y su antes ceño marcado de seriedad se había trasformado en uno de incredibilidad. ---¿Que demonios es eso?--- balbuceo incapaz de creerse lo que sentía. Aun mas seria la sorpresa del sayayin cuando noto que dicha energía compartía similitudes con Kakaroto, o mejor dicho, era exactamente idéntica a la del "difunto" sayayin. ---Imposible... aun se encuentra con vida...--- Por una parte Vegeta se encontraba feliz al saber que la leyenda del Super Saiyayin aun seguía con vida; portador del orgullo de toda una raza y que carga consigo su motivación para seguir luchando. Pero por otro lado, detesto la idea de no ser el mas fuerte del universo. Es humillante que el, siendo un guerrero de clase alta, tenga que ser el perro faldero del Super Saiyayin de clase baja. Vegeta noto que Kakaroto derrochaba Ki como un maniaco, como si esperaba de que el se percatara de su presencia. ---Ahora lo entiendo, he disminuido tanto mi poder que Kakaroto no es capaz de encontrarme por su cuenta. El esta haciendo eso para que yo lo encuentre fácilmente--- Se llevo su mano a su barbilla y tomo en consideración investigar el lugar donde detectaba el Ki, sin embargo, le resulto mas atractivo su capsula que al mismo Saiyayin. Primero quiere saber que es lo que le están haciendo a su transporte espacial, luego se encargaría de buscar a Kakaroto.
Después de volar por un corto periodo de tiempo, el rastreador le indicaría de que estaba al lado de su tan preciada capsula, así que descendería de los cielos desciende hasta aterrizar en el patio trasero de una casa. ---¿Es aquí?, que raro, ¿acaso me abre pasado de mas?--- Volvería a revisar su rastreador si es que había un error, pero no, le indicaba que su capsula estaba al lado, "¿pero al lado de que?" Vegeta solo estaba en el patio trasero de una casa bien decorada, con estatuas de arbustos con forma de perro. ---Al menos de que se trate de un escondite subterráneo o algo por el estilo, no me creo que aquí este mi capsula--- entonces empezó a deambular por el patio buscando alguna entrada por el suelo, pero no tuvo suerte en lo absoluto, así que decidió volver a su rastreador por segunda vez para especificar bien el punto en donde estaba. Miro al suelo y no hubo respuesta---Si no es una base subterránea, ¿Dónde se supone que esta?---. La anterior frase ahora se volvía mas evidente, "la capsula esta al lado". Con esto en mente, giro a la derecha, el rastreador no le señalo nada, giro a la izquierda y este no solo le detecto la capsula, también le llego una impresionante cantidad de lecturas de poder en el interior del hogar. ---¿Cuantos hay viviendo en esa casa?--- No eran muy fuertes, solo eran cantidad, algo que en cierto modo sorprendió al príncipe. Al notar tantas "personas" reunidas en un mismo punto, supone que todos ellos están investigado su capsula, pero.... ---¿porque se reúnen en un lugar como este?---
Cuando Vegeta estaba decidido a saltar hacia la otra casa, escucharía la puerta abrirse de la propiedad de donde se encontraba, de esta, salió una corgi de nombre Clarissa, quien a simple vista podía deducir que se trabada del mismo perro de aquellos arbustos pulidos. Ella no pudo contener la ira al ver a un infiltrado en su jardín, así que, con la enorme valentía, producto de su furia, le ladro tan fuerte que hasta la saliva se le escapaba de sus dientes ---¡¡Fuera de aquí plebeyo!!. No deberías estar pisando mi jardín, ¡¡ladrón!!. Vete de aquí antes de que llame a la policía.--- Vegeta no pretendía prestarle atención hasta que la corgi lo llamo plebeyo, lo que hizo que su cabeza se hinchara y votara humo.
