1º Es tiempo de volver

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En la obscuridad de la noche que entra por el ventanal tras el escritorio, rota solo por la luz de la luna y la de la lámpara sobre el escritorio, mientras el reloj marca la media noche, el hombre en la silla revisa unos papeles en silencio, cuando un sonido rompe con el simple tic-tac del paso del tiempo y el susurro de las hojas y la birome escribiendo ocasionalmente sobre éstas.

Un sonido polifónico, uno que proviene del cajón que siempre tiene cerrado y oculto.
Confundido y buscando la llave del mismo, abre el escondite y saca el teléfono que prácticamente nadie sabe que existe, el cual marca una llamada en su pantalla, de la única otra persona que conoce la existencia del aparato.

Raramente sonaba, casi nunca, solo en casos puntuales, por lo que, el que estuviera ocurriendo en mitad de la noche, no podía significar nada bueno. Preocupado, no espera ni un segundo más y atiende, escuchando la femenina voz que suena del otro lado, la cual deja ver que algo no está bien.

-Beatrice, querida, ¿qué ocurre?

-Alessandro...

-¿Les pasó algo a ti o a Vittoria?

-No... bueno, un poco sí.

-¿De qué estás hablando? ¿Sí o no?

-Escucha querido, no sé cuánto tiempo más pueda mantener a nuestra hija escondida.

-¿Por qué lo dices? ¿Qué fue lo que pasó?

El silencio se hace por un momento y un suspiro se escucha del otro lado, uno que denota cansancio y preocupación.

-No importa cuánto tiempo haya estado separada de ti, no hay duda de que Vittoria es tu hija.

-¿Y por qué lo dices?

-Porque hoy la expulsaron nuevamente de otra escuela.

-¿Qué fue lo que pasó ésta vez?

-Atacó a tres chicos y los mandó al hospital en ambulancia.

-¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué hizo algo así?

-Porque no solo se metieron con ella, sino que se enteró de que estuvieron acosando a un par de chicas y abusando de compañeros de ella que, al parecer, son demasiado tranquilos y tímidos como para defenderse, y explotó cuando los vio. Me dijo que uno estaba por golpear a un chico que ella aprecia y, cuando lo vio, el impulso de defenderlo fue más fuerte. A ese le rompió el brazo, tres dedos y le dislocó el hombro. Al segundo le rompió la nariz, le dislocó la muñeca y le hizo un par de fisuras en las costillas y al tercero le rompió la pierna, partiéndole la rodilla y cortándole los ligamentos cruzados. Además le hizo una contusión fuerte en la cabeza y un tajo en el rostro que requerirá puntos.

-Bueno, no hay duda de que mi princesa es ruda...

-Alessandro, hablo en serio, ella necesita una guía, esos tipos eran jugadores de football, quieren demandarnos por arruinar la carrera de los chicos en el deporte. Ella necesita que le enseñes a controlarse, yo no puedo. Un día podría cometer un error grave y no sé si podré sacarla de él.

-Entiendo...

-¿Crees que todavía no es seguro para nosotras? Realmente te extraño y ella necesita que la prepares. No puedes ocultarle quién es para siempre.

-Lo sé, y no pretendía hacerlo. La verdad es que pensaba traerlas pronto, hace poco asumí como Jefe, ya estoy en un nivel donde casi nadie podrá tocarlas. Sin embargo, supongo que habrá que adelantar los planes.

-¿Entonces volveremos contigo?

-Así es, empezaré los preparativos. Buscaré una escuela aquí para ella, una de élite, donde pueda terminar sus estudios y, al mismo tiempo, la prepararé para nuestro mundo.

La Heredera de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora