chapter three

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Al tercer día Jimin había vuelto por completo a la normalidad y la típica sonrisa en su rostro se encontraba de nuevo allí, se sentía más feliz y motivado para pensar algunas formas de atraer nuevas personas

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Al tercer día Jimin había vuelto por completo a la normalidad y la típica sonrisa en su rostro se encontraba de nuevo allí, se sentía más feliz y motivado para pensar algunas formas de atraer nuevas personas.

No paraba de llover y supuso que tal vez no tendría clientes de nuevo por culpa del clima, así que guardando la calma acomodó su bufanda y se preparó un café.

—¡Buenos días! —el mejor amigo del menor había llegado un poco tarde debido a las fuertes lluvias—. Lamento la tardanza Jiminie.

—¡Kookie! —chilló emocionado dejando su café a un lado y corriendo a abrazarlo—. Hice rollitos de canela únicamente para nosotros, ¡quedaron deliciosos!

—Al fin estás mejor, volviste a cocinar —murmuró aliviado y luego de ir tras la barra ambos empezaron a comer la preparación del más chico—. Nuestro vecino está perdiendo clientes.

—Estuve viendo su instagram y algunos comentarios decían que eran muy dulces sus preparaciones, que comer una galleta era como meterse un turrón de azúcar a la boca —habló el rubio y Jungkook abrió sus ojos con sorpresa.

—¿De verdad? Suena bastante mal eso, ¿te imaginas si fuera un diabetico?

—¿Por qué un diabético iría a una pastelería, Jungkook? Podría morir y luego el dueño del lugar quedaría viviendo en la culpa por años —respondió mientras daba pequeños asentimientos con su cabeza para sentirse más interesante.

—Por si no lo recuerdas nuestra pastelería tiene sección especial para personas que no pueden comer azúcar o sus derivados, así que los diabéticos sí van a las pastelerías Jimin —Jeon suspiró rodando los ojos, a veces hablar con Park era como hablar con un niño que no sobrepasaba los cinco años y siempre creía tener la razón.

El omega arqueó una ceja mientras lo miraba un poco irritado, sabía que el pelinegro tenía razón pero se negaba a doblegar el brazo y más frente a un tonto y estúpido alfa.

—Jimin, Jungkook —los mencionados se giraron con los ojos muy abiertos por culpa de la impresión y el grito del rubio al ver a Yoongi tras la barra casi los deja sordos a ambos—. No era necesario ese recibimiento, gracias. Llevo al menos diez minutos escuchando su conversación.

Park quiso que la tierra se lo tragase lo más pronto posible, tanto fue que sus mejillas lucieron como dos fresas cuando el rojo intenso subió a ellas.

—Y no tengo más tiempo, ¿podrían darme dos cafés? Por favor —y ambos asintiendo se levantaron para comenzar la preparación.

—¡Es tu culpa Jungkook! —dijo el omega una vez que estuvieron bastante lejos.

—¿Mi culpa? ¡Será la tuya por preguntar tonterías de primaria!

Min los observaba pelear en silencio y suspiró acomodando las mangas de su traje, seguía sin entender su extrema paciencia para visitar aquella pastelería.

—Tome —minutos más tarde Jimin llegó con dos tazas de café y cuando hicieron contacto visual se sorprendió bastante, los dos días anteriores no se había fijado en el físico del alfa y quiso reír ante la descripción tan exagerada que le había dado Jeon sobre él.

Era alto, sí, pero no daba miedo, no intimidaba y sus feromonas no eran para nada penetrantes o molestas como había mencionado el mayor. Tampoco le transmitió alguna vibra extraña, solo una ternura extrema que aumentó cuando notó su largo cabello castaño y sus ojos rasgados, él parecía un...

—Pareces un gatito —dijo sin más con una emoción palpable.

Sin embargo el rostro de Yoongi se descompuso y no hubo ningún ápice de agrado por su parte. ¿Un gato? ¿Es en serio? ¿Cómo era que él no sentía miedo de su aspecto..? Era extraño, definitivamente era el omega más extraño que había conocido a lo largo de sus años de vida.

—Me recuerdas a los gatos calicó —habló de nuevo pero esta vez tenía la sonrisa más bonita que Min alguna vez había podido ver, sus ojos incluso se habían convertido en dos lunitas.

Él realmente estaba feliz.

—¿Cuánto es? —Jimin se sorprendió al notar la presencia de alguien más, estaba tomado del brazo del alfa y entoncesle fue imposible ocultar sus expresiones.

—Viene conmigo, lamento que no lo hayas visto —el omega asintió y tratando de disimular miró el cuello del contrario buscando alguna marca o lazo entre ambos, pero no había nada.

Una pizca de envidia cruzó su corazón, ese chico sí que tenía suerte al estar al lado del castaño. Era bastante alto y podría defenderlo con facilidad de los acosadores. Suertudo.

Luego de cobrarles el café los observó sentarse en la última mesa y comenzar a hablar animadamente. Parecía que combinaban bastante bien.

Al final luego de chocar con el beta Yoongi y él intercambiaron números y así fue como quedaron para tomar algo

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Al final luego de chocar con el beta Yoongi y él intercambiaron números y así fue como quedaron para tomar algo.

A Min no se le ocurrió algo mejor que llevarlo a su pastelería de confianza y darle un buen café. Pero estuvo en silencio la mayor parte del tiempo, el chico hablaba y halagaba tantas cosas que sintió que su cabeza estaba por explotar de tanto ego.

—Y bueno así fue como le robé la cuenta de banco a mi ex novio, genial ¿verdad? —Lo que hizo reír a Yoongi no fue la historia, sino el hecho de que el beta no tenía la menor idea de que estaba hablando con alguien que pertenecía a la ley y a los rangos más altos.

—Vaya Saeyoung, tienes buenas habilidades —respondió con un sarcasmo bastante notable.

Y las próximas dos horas fueron iguales, quiso arrancarse el cabello del estrés pero le hacía demasiada gracia sentir la mirada curiosa de Jimin a sus espaldas y el cómo fingía limpiar las mesas cercanas a ellos con tal de escuchar un poco más.

Realmente no era una persona sociable pero tenía la inmensa necesidad de entablar una amistad con el rubio malhumorado y mañana lo haría.

Una amistad, solo eso.

Por favor perdónenme cualquier error de ortografía

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Por favor perdónenme cualquier error de ortografía. "( – ⌓ – )

Strawberries love ; yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora