chapter five

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Quería romper algo, quería sentarse a llorar o quizá desaparecer del planeta

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Quería romper algo, quería sentarse a llorar o quizá desaparecer del planeta. La última semana en sentido de ser un desastre lo había sido por completo. Su nuevo vecino que también era un omega era alguien bastante peculiar, o mejor dicho ruidoso a morir. Taemin empezaba tal vez, solo tal vez, a gustarle un poco pues parecía ser alguien bastante cariñoso y caballeroso. Por otro lado, Jungkook solo vivía en las nubes últimamente, incluso había arruinado varios pasteles y cafés que le habían costado a Jimin cierta suma de dinero.

Pero ni siquiera su problema principal parecía ser lo que lo rodeaba e incomodaba, sino la situación económica en que se encontraba ahora mismo. Las ventas estaban más inestables que nunca, de nuevo por culpa del tal Taehyung y eso solo significaba una cosa: pérdidas y posible cierre.

Llevaba al menos dos horas contando casi desesperado el dinero en caja a la vez que el de su cuenta bancaria, era un total desastre y para colmo Jeon no hacía nada, solo jugaba con un vaso de café a su lado.

¿Por qué nunca su vida iba bien? Ni siquiera recordaba al menos cinco minutos donde tuviese algo llamado "tranquilidad", para Jimin eso se había convertido en un término tan vago y lejano que prefería ignorarlo. Era imposible terminar siquiera bien un día.

Para Jimin los buenos días no existían.

—¿Pasa algo? —preguntó de repente Jungkook, haciendo que fijara su atención en él.

—Nada Kookie, solo cuento el dinero de la semana —le respondió con una pequeña sonrisa que no parecía ser muy convincente, pero el pelinegro no le dio atención provocando que el omega soltara un suspiro.

El extraño silencio que se había creado entre ambos desde hace unos días atrás persistió durante el resto de su tarde, era demasiado incómodo para Park, sin embargo, se vio interrumpido cuando el cliente diario llegó.

—Yoongi —le saludó el rubio con una notable sonrisa de alegría que fue contagiada de inmediato al mencionado.

—Jimin —el menor se sorprendió en demasía al ver que por primera vez Min no iba de traje, sino con algo más casual, incluso sus brazos estaban descubiertos y se lograban ver cientos de cicatrices, unas casi borradas, otras bastante marcadas—. ¿Llegué muy tarde?

—Claro que no, tenía listo tu pedido desde hace un rato —así fue como le dio lo mismo de siempre, ya había memorizado a la perfección los gustos del chico, logrando evitar que esperara durante mucho tiempo.

—¿Y tu compañero? El chico de tatuajes —Jimin se encogió de hombros, hace un rato se había ido a tirar la basura, pero no sabía si seguía en ello.

—¿Y tu novio? —desvió la pregunta de la forma más ágil posible, ignorando la mueca de disgusto contraria.

—¿El beta que viene conmigo? No es mi novio, en realidad solo salimos juntos algunas veces, cuando ninguno tiene ocupaciones por su trabajo —el omega se sorprendió, pues parecía ver bastante química entre ambos chicos, al punto de jurar a ciencia cierta que eran algo más que amigos.

Strawberries love ; yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora