Capítulo 321 Pesadilla
"¡Hermana Jing!"
Liu Xin corrió todo el camino y casi se quedó sin aliento, sin embargo, cuando vio a Li Jing, se quedó sin aliento y dijo: "No, no está bien. Algo pasó ..."
Li Jing le echó una mano a Liu Xin y le preguntó con calma: "No te preocupes, habla despacio, ¿qué pasó?".
"Vieja, vieja tortuga, la que atrapaste está muerta en el estanque..."
Li Jing arqueó sus largas y hermosas cejas.
¿La vieja tortuga que atrapó murió?
"Tortuga vieja, vieja, fue abierta, destripada, muerta de miedo..."
Li Jing entendió lo que quería decir Liu Xin.
¡La vieja tortuga que atrapó fue asesinada!
"¿Qué, qué, la vieja tortuga está muerta?"
Jiang Xiaoxin originalmente estaba hablando con la madre de Li sobre Li Jing. Cuando escuchó lo que dijo Liu Xin, impulsivamente salió corriendo de la habitación y dijo: "¿Dónde está? ¡Déjame ir a ver!".
"¿Lo que pasó?"
La Madre Li tenía una expresión de preocupación en su rostro y apretó las manos con nerviosismo.
Jiang Xiaowen, que estaba en la cocina, no pudo evitar salir, con una pizca de preocupación en sus cejas.
Jiang Xiaoya, quien fue el primero en salir, ya había parpadeado y tomó la mano de Li Jing.
Ella sabe que si mamá quiere ir, ¡llévala contigo!
Sin embargo, Li Jing se separó de la mano apretada de Jiang Xiaoya y dijo: "Mamá, siéntate un rato. El jefe está mirando la olla. El segundo hermano y Xiaoya, ustedes dos se quedan con su abuela y se quedan en casa. No se le permite salir."
Para evitar que los dos niños salieran con la madre de Li, Li Jing hizo una declaración especial, cuyo objetivo principal era que cuidaran bien de la madre de Li.
Tenía miedo de que el anciano se involucrara en un asunto tan trivial.
Cuando me enteré, no solo me llené de preocupaciones, sino que tal vez incluso me molestaron los oídos.
La cara de Jiang Xiaoxin cayó, "¡Lo sé, madre!"
Jiang Xiaoya también se puso de pie obedientemente y asintió.
Definitivamente no iría si su madre no la llevara con ella.
"¡Tranquilo!"
Tan pronto como esta persona envejece, le encanta preocuparse.
Los dos niños se volvieron obedientes cuando escucharon lo que dijo Li Jing, pero la Madre Li no pudo escuchar.
"Mamá, voy contigo. ¿Qué pasó? ¿Vieja tortuga?", Li Jing se presionó la frente y dijo: "No es nada. No te preocupes. Volveré en un rato. Liu Xin... "... olvídalo, no te preocupes tampoco." Ve, quédate aquí con mi madre, no la dejes salir.
La última frase la dijo Li Jing al oído de Liu Xin.
Después de decir eso, salió por la puerta del patio.
"Oye, cállate..."
"Abuela, está bien. Mamá puede ir sola. Si pasa algo, ¿cómo podemos dejar que mamá vaya con nosotros?"
"Así es, tía, no, ¿no es nada?"
Liu Xin se pellizcó la cintura y todavía jadeaba, agitando las manos para persuadir a la Madre Li.
