CAPÍTULO 18

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¿Sabes lo que se siente saber que perderás a alguien que amas?

¿Por qué si lo sabemos nos aferramos a esperar ese final?

¿Por qué esperamos para sentir ese dolor?

¿Por qué no solo alejarse antes de que suceda?

Yeonjun observaba a Beomgyu a lo lejos, estaba de pie en la azotea del edificio, lucía radiante, su piel tenía color, su cabello largo volvía a tener ese brillo y sobre todo su bella sonrisa sobresalía en su rostro. Sostenía su guitarra mientras tocaba una melodía suave, aun llevaba su bata de hospital puesta y aun parecía quedarle grande a pesar de que había recuperado el peso que perdió.

En cuanto su vista se dirigió al mayor su sonrisa se hizo más grande, Yeonjun no los dudó y comenzó a acercarse, pero con cada paso que daba la distancia se hacía más grande, comenzó a correr, pero la distancia entre ambos se hizo tan grande que sin importar cuánto avanzará él estaba tan lejos. Beomgyu aún giraba y sonreía mientras continuaba con la simpática melodía, incluso susurraba una letra inentendible, se mecía de un lado al otro observándole alegremente y de pronto comenzó a avanzar alejándose de él, hasta que en la distancia desapareció.

Yeonjun despertó de golpe observándolo al lado suyo, aun dormido, llevaba casi una semana teniendo esos sueños en donde Beomgyu se alejaba de él hasta desaparecer, claro que sabía lo que era, no necesitaba que sus sueños se lo dijeran, él tenía miedo de perder a Beomgyu, pero aun así su mente no encontraba cómo procesar la realidad.

Con el tiempo las cosas empeoraron, él enfermo aparentaba ser Yeonjun, comenzó a dejar de comer, estaba cansado todo el tiempo y le era imposible sonreír, por el contrario, Beomgyu saltaba y se movía a todos lados, siempre se estaba riendo y hablando.

Yeonjun decaía en su propio miedo mientras Beomgyu brillaba en la confianza ajena, creía en Yeonjun más que en cualquier doctor, no importaba que dijeran, el mayor le prometió que estaría bien y no dudaba de él.

¿Entonces por qué era tan difícil confiar en sí mismo?

¿Por qué no podía creer que Beomgyu estaría bien?

El menor comenzó a animarlo cada día.

—¿Yeonjun quieres mi gelatina hoy? —él solo negó con la cabeza.

Sin importar.

—Hoy hace frío, ¿por qué no te quedas a dormir? —reutilizó esa excusa.

—Lo siento, hoy no puedo.

Cuanto lo intentó.

—¿Puedes sostener mi mano? —preguntó alegre

—Creí que lo odiabas—su respuesta fue tan seca e indiferente.

—Tú sabes que no y aunque lo dijera no te importaba—parecía ni siquiera escucharlo porque jamás tomó su mano.

Yeonjun no sonreía.

CHOI YEONJUN - YeonGyu -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora