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Jamás imaginó que el clima pudiera cambiar tan drásticamente en cuestión de días

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Jamás imaginó que el clima pudiera cambiar tan drásticamente en cuestión de días. No es que estuviera haciendo mucho calor, pero era un clima moderado, aunque el día anterior, comenzaron a caer suaves copos de nieve. Amaba el frío, y más aún, le encantaba aprovechar la oportunidad de lucir la ropa de invierno que tenía guardada en su armario. Era una de las pocas cosas que no habían cambiado, le gustaba sentirse bonito, aunque por ahora se negaba rotundamente a llamar la atención.

Los fines de semana eran su remanso de paz. Le ofrecían la libertad de alejarse de la academia y disfrutar del tiempo a su antojo, lejos de miradas inquisitivas y presiones. Esos días eran un refugio donde podía ser él mismo, envuelto en su mundo de tranquilidad y encanto.

Pasaba la mayor parte de esos días en la ciudad, por no decir que sólo volvía para dormir. La razón que tuvo para volver más temprano es el tiempo que pasaba con SeokJin, que en estos momentos era completamente nulo, así que tendría más tiempo para hacer otras cosas. Antes del mediodía iba a las clases de repostería encantada con "El Sombrerero Loco," quien era el mejor para ello en todo Ever After.

A veces se preguntaba si el hecho de que viniera de "El País de las Maravillas" era un plus importante en su habilidad. El punto bueno era que aprendía muchísimo de él y soñaba algún día ser así de bueno.

Mientras más se acercaba el olor a pastelillos horneados se hacía presente, haciéndolo saborearse de solo imaginarse comiendo uno de esos, siempre llegaba más temprano de lo que debería, por lo que le daba tiempo a comer uno o dos antes de que comenzaran las clases. Irónicamente, sus favoritos eran los de vainilla con nueces, las personas solían pensar que eran los de manzana, debido a su aroma y a que era el mayor símbolo representativo de su cuento, pero es como un secreto que estaba dispuesto a guardarse porque le hacía un poco de gracia, sólo JiMin, YoonGi y SeokJin lo sabían.

Se aferró a su chaleco con sus manos enguantadas antes de entrar a la pastelería. Tomo el mango de la puerta y la empujó, provocando que el sonido de la campanilla resonara en el interior del recinto, llamando la atención de la chica con ropas extravagantes detrás del mostrador.

—Oh, JungKook —saludó JiEun con un tono fue de sorpresa, parecía no acostumbrarse a que llegara tan temprano, aunque ya era una situación que se había repetido en varias ocasiones—, es un gusto volver a verte aquí —le dedicó una sonrisa al omega, quien inmediatamente le correspondió, mientras colgaba su chaleco en el perchero, junto a sus guantes.

—También es un gusto verte otra vez —se acercó al mostrador, admirando los dulces que ahí se exhibían, algunos de los dulces que se vendían—. ¿Puedo tener los de siempre, por favor?

La chica asintió, sonriente como siempre, y se acercó a poner dos pastelillos en un plato de cerámica. Él los tomó con alegría y se sentó en una de las mesas junto a los grandes ventanales, disfrutando del paisaje invernal. Le encantaba el clima frío y cómo la nieve transformaba el mundo en un lienzo blanco y sereno.

Ever After High¹ |TaeKook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora