III

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El pequeño estaba dormido, más unos toques en su hombro hicieron que sus ojos se abrieran lentamente... Todo para encontrarse con su hermano parado junto a él.

-Astre... ¿Que haces aquí?- Pregunto mientras se sentaba y refregaba sus ojos.

-Vamos... Quiero ver si encontramos ese pasillo secreto del que hablaste ayer.- Le confesó su gemelo, quien parecía estar muy emocionado.

Aquello hizo que el menor se pusiera de pie en un segundo, sintiendo una enorme felicidad por una sola cosa.

-¿Entonces si me crees?- Su voz sonaba aliviada y alegre, era agradable tener a su hermano de su lado.

-Claro... Ahora vamos- Respondió el mayor de los dos, queriendo partir en ese momento. A diferencia de su hermano, a él si le habían presentado la mansión... Y en ningún momento había visto un pasillo ancho como el que él describió.

Al salir de la habitación, sintió una fuerte decepción al ver qué todo seguía en orden.

-Ayer, al salir, el pasillo estaba aquí.- Le menciono Ciel, volviendo a sentirse como un tonto.

-Quizas solo tenemos que caminar un poco- Menciono el mayor, tomando de la muñeca a su gemelo para ponerse en marcha.

-¡Espera! ¿No crees que papá podría enojarse? Recuerda lo que dijo... "No vayan por la casa solos"

-Pero no estás solo... Estás conmigo. Tranquilo, si papá te descubre, me descubrirá a mí también- Lo calmo, con una enorme sonrisa en la cara.

Ambos comenzaron su travesía, caminado por el tercer piso, esperando a ver si detrás de alguna de las puertas se encontraba el pasillo negro.

Disfrutaban de estar un tiempo juntos, desde que habían llegado a la nueva mansión, casi no se veían... Si bien, habían pasado dos días, para ellos era algo extraño. Por lo cual, toda la caminata fueron charlando en susurro para que nadie se enterrase de sus actos.

Era muy temprano, más Astre le comento a su hermano que su padre estaba en la biblioteca con unos conocidos, por lo que debían mantenerse alejados.

Ya apunto de darse por vencidos antes su búsqueda, estuvieron apunto de volver sus cuartos cuando el más joven se perdió durante un momento observando un cuadro.
Era espantoso, parecía ser un perro o un lobo hecho de humo, de color completamente negro, su cuerpo entero contaba con ojos rojos, miles de ellos, más una sola boca enorme con dientes afilados.

-Ciel, apúrate...- Menciono Astre, mientras seguía caminado sin siquiera voltear a ver la pintura.

-Espera... Mira esto- Dijo el contrario, sintiendo vértigo cuando, al volver a buscar a su gemelo con la mirada, ya no lo encontró.

No solo era imposible que se haya alejado tanto en esa milésima de segundos... No era ni tan siquiera lo más aterrador. Lo peor era que, otra vez, estaba en aquel pasillo negro.

Buscó la pintura una vez más, pero está también había desaparecido. No había nada que él recordará... Nada de lo que había pasado con su hermano hace unos minutos. Incluso se encontraba él solo otra vez.

Solo él y ese maldito pasillo.

-Astre...- Llamó, esperando no ser el único atrapado ahí, más no hubo respuesta -¡Astre!- Gritó, y nada.

Comenzó a correr nuevamente por el pasillo, gritando a voces el nombre de su hermano, su madre, su padre... Quien fuera.

"Ninguna Respuesta"

×Ese Monstruo× (Sebaciel) Kuroshitsuji AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora