~†~
Los ojos carmesí analizaban con cuidado cada detalle del jovencito que tenía entre sus brazos. Notó un débil contorno rojizo debajo de sus ojos, al igual que la punta de su nariz... Podría significar algún tipo de enfermedad próxima. No le gustaba tener a su niño enfermo, ya había pasado por eso antes.
Sin salir ni por un segundo de la cama, su brazo derecho, el cual se encontraba libre del agarre del azulino, se volvió completamente de humo espeso... El cual se dirigió al mostrador de la otra pared. De aquella extensión de su cuerpo, la cual no tenía forma alguna, salieron varios ojos rojos los cuales analizaban cada cosa que tenía ahí guardada. Para ser algo similar al humo, tenía un peso propio, por lo que podía tomar objetos si los deseaba. Así fue como tomo un frasco grande, el cual contenía un líquido azul brillante y tenía una etiqueta con el dibujo de la luna creciente... También extrajo unos frascos más pequeños, los cuales contenían diversas cosas, como romero, manzanilla, frutas silvestre, otros líquidos coloridos, y varias plantas desconocidas he inexistentes, al menos para los humanos. Las acercó hasta la cama, y en una taza vacía, comenzó a unir aquellos ingredientes, se sabía las cantidades de memoria, no era la primera vez que realizaba ese tipo de posimas.
El pequeño cuerpo a su lado comenzó a moverse, indicando que estaba apunto de despertar. El brazo derecho del mayor volvió a la normalidad, al tiempo que acariciaba las mejillas del menor.
-Buenos Días, Señorito...- Saludo con elegancia, notando cómo el contrario comenzaba a refregar sus ojos.
-Buenos días, Sebastián...- Respondió sin demasiados rodeos.
Un vez el menor se sentó en la cama para poder estirarse, el mayor se puso de pié y se dirigió a la mesa, la que estaba frente a la ventana... Tomó de esta una piedra brillante de color blanca, y la sumergió en la taza dónde antes estaba preparado una poción.
Ciel se puso de pie, caminó hasta quedar detrás de su amigo, observando con atención lo que estaba realizando... Analizando cada unos de los ingredientes.
-¿Me estoy por enfermar?
No era la primera vez que Sebastián le preparaba algunos de sus remedios especiales... El mayor, además, parecía contar con una increíble intuición ante una posible enfermedad o mal estar del joven, incluso antes que pasara.
-Al Parecer... Pero No Tiene Nada De Que Preocuparse- Respondió el mayor, acariciando los cabellos azules de su acompañante -El Remedio Estará Listo Para La Noche.
Ambos simplemente se sonrieron el uno al otro... No obstante, su tiempo juntos de la mañana estaba llegando a su fin, ya que el menor debía volver para desayunar con su familia.
Sebastián acompañó al muchacho a su cuarto, lo ayudo a vestirse con algo formal pero a la vez simple... Al mayor le gustaba que su niño esté arreglado, incluso si estaba en la casa, ya que, de por si, él era un monstruo muy elegante.
"Nunca Se Está Mal Cuando Se Está Bien Vestido"
Un vez el azulino estuvo listo, el adulto volvía a hacerse una sombra.
-Me Quedaré Cerca, Por Si Me Necesita...- Le aclaró el adulto, aún si el menor sabía que siempre estaba cerca.
A los pocos minutos, el joven ya estaba en la mesa principal, junto con el resto de los integrantes de su familia. Todos estaban tomando sus respectivos desayunos... La mesa estaba llena, como siempre, la comida jamás era escasa para los Phantomhive.
Por su parte, aquella sombra sin cuerpo miraba sin ojos a las personas sentadas al rededor de aquella mesa... Durante aquellos años, había logrado desarrollar cierta conducta y pensamientos para cada uno. A Ciel, por ejemplo, era el único al que había llegado a querer... Aquel era un sentimiento ajeno e incomprensible para él, más estaba seguro que lo hacia, y más que eso, su señorito era el único Phantomhive al que había también desarrollado un enorme respeto, debido a su capacidad de afrontar cosas terribles como la cruda realidad, el poder comportarse casi como un adulto, el buscar sus propios medios de trabajo y no vivir detrás de la sombra de nadie, la cabeza siempre en alto y saber afrontar cada obstáculo...
ESTÁS LEYENDO
×Ese Monstruo× (Sebaciel) Kuroshitsuji AU
МистикаImagina ser alguien casi invisible para el resto de las personas... Estar ahí, pero que a nadie le importe o siquiera le sirva de algo tu presencia. Ambos eran parecidos en ese aspecto... Quizás fue su misma soledad la que los llevo a unirse. H.P...