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~Café SasuHina~

CAPÍTULO: 28

«La mujer es como una buena taza de café: la primera vez que se toma, no deja dormir»

~Café SasuHina~

Lo primero que sintió Sasuke cuando estuvo consiente fue la rigidez de su cuerpo, así como la gran debilidad que experimentaba. Poco a poco un dolor lo recorrió por todas partes, no obstante era un dolor tolerable.

Sus párpados se abrieron con mucha dificultad. Cuando al fin pudo abrir los ojos se encontró con la vista de un techo blanco que no reconocía, aunque fue el pitido de una máquina cardiaca lo que le indicó dónde se encontraba.

La resequedad de su garganta fue lo siguiente que notó, olvidó por unos instantes el dolor para pensar en un vaso de agua. Uno que no tardó en llegar, una pajilla fue llevada a sus labios partidos y secos. Lo tomó con dificultad y bebió con avidez, una tarea que le robó las pocas fuerzas que tenía.

—¿Cómo te sientes cariño? —preguntó su madre con un tono dulce que ocultaba su preocupación.

Sasuke giró un poco su cabeza para verla, su madre se veía pálida y demacrada, largas horas sin dormir y llenas de preocupación le habían ocasionado ojeras muy notorias que ni el maquillaje podía ocultar.

El Uchiha intentó contestar, pero no pudo.

—No te esfuerces Sasuke. —Dijo con comprensión su progenitora—. Llamaré al médico. Volveré pronto.

Sasuke miró su largo cabello mientras se retiraba. Volvió la vista al techo y cuando no le pareció interesante recorrió la habitación con la vista, y fue en ese momento que se dio cuenta que no era el único paciente en la habitación.
Acostado a su lado estaba su hermano, por lo que podía ver a través de la distancia, Itachi estaba intubado. Sasuke cerró los ojos con fuerza, tratando de suprimir con todas sus fuerzas las ganas de llorar.

La máquina que marcaba sus signos vitales comenzó acelerarse tomando de referencia su corazón.

El médico llegó así como unas enfermeras, pero Sasuke los ignoró recordando la escena del accidente con una exactitud que no creía que pudiera olvidar nunca.

Fue en medio del sonido de la máquina, el llanto de su madre y el parloteo del médico y las enfermeras que recordó que tenía una cita... una que claramente no pudo llegar.

La oscuridad lo reclamó una vez más y no le molestó que lo arrastrara.

.....

La siguiente vez que abrió los ojos era de noche y no había nadie en la habitación además de un comatoso Itachi. Sasuke se quedó viendo largo rato a su hermano y en sus memorias jamás lo vio tan débil… si era honesto jamás había visto a Itachi débil, siempre fue el símbolo de la perfección.

Por primera vez en su vida Sasuke se dio cuenta de que su hermano era humano.

Las lágrimas cayeron por su rostro y agradeció que no hubiera nadie que pudiera ser testigo de su momento de debilidad.

Ahora en esas circunstancias tan sombrías, se dio cuenta que las peleas que había tenido con Itachi eran tan solo tonterías, comparado con la vida de su hermano

Sasuke se prometió que si salían de esto jamás resentiría a su hermano de nuevo. Él era demasiado valioso, para perderlo por simples celos.

Cuando volvió a despertar al mediodía del día siguiente, se dio cuenta que a Itachi le habían quitado la intubadora y ahora solo era cuestión de tiempo para que despertara. Y a pesar del clima lluvioso solo buenas noticias llovían sobre su familia.

Los días pasaron rápidamente y poco a poco fue recobrando energías.

~Café SasuHina Continuará~

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