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~Café SasuHina~

CAPÍTULO: 30

«El buen café endulzado, delicioso es más que mil besos»

~Café SasuHina~

—Ojalá hubiéramos podido traer la silla de ruedas —se entristeció Naruto por el hecho, mientras ayudaba a Sasuke a caminar y a la vez intentaba que el paraguas los cubriera a ambos. Al menos era un alivio ver salir el sol.

—¿De quién fue la culpa?

—No fue mía. ¡La maldita cosa no quería cerrar!

Siguieron discutiendo hasta que una melodía animada se fue escuchando y se pudo ver una pista de baile.

—No sabía que esto estaba aquí —comentó Naruto mirando con emoción el lugar.

—Allí está.

—Sí. Es una pista de baile.

—No tarado. Allí esta ella.

Naruto parpadeo y dirigió su vista a la dirección que señalaba su amigo para ver a una mujer bajo una sombrilla alejarse del lugar.

—¿Estás seguro?

—Nunca confundiría ese cabello.

Ante este detalle Naruto se fijó que sí, la mujer tenía un largo cabello azabache con destellos en azul que le llegaba a la cintura y se movía de un lado a otro en un movimiento atrayente cada vez que ella caminaba.

Naruto no pudo evitar silbar. Se ganó un codazo en el estómago por eso.

—Lo siento… Olvidé las reglas. Nunca mires a las novias de tus amigos.

—¡Cállate! Solo llévame con ella.

—¡Pero que carácter! —se quejó Naruto—. ¡Oye!

El rubio tuvo que soltar la sombrilla para poder agarrar bien a Sasuke y conseguir andar un poco más rápido.

—¡Detente Dattebayo!... —Gritó pero ella no se detenía—. ¿Cómo se llamaba?

—Hinata.

—¡Hi-Hinata-chan!

Ella se detuvo y se giró para mirarlos.

—¡Oee! ¡Por aquí dattebayo! —gritó nuevamente Naruto agitando una mano en el aire para que los viera.

Hinata soltó la sombrilla y corrió hacía ellos.

—Hinata —murmuró Sasuke débilmente, agradecido de por fin poder volver a verla.

—Oh, Sasuke-kun —dijo Hinata moviendo sus manos hacia él, pero retirándolas como si temiera romperlo—. ¿Sasuke-kun que pa…

Pero Sasuke no la dejó terminar de hablar, se separó de Naruto y se acercó a ella abrazándola con toda la fuerza que tenía.

—Lo… siento. No pude llegar a nuestras reuniones —se disculpó Sasuke en su oído.

Lágrimas mojaron su hombro, pero a Sasuke no le importó. Él solo le abrazó con un poco más, pero en su estado de debilidad perdió las fuerzas en las piernas y recostó todo su peso en ella, no obstante ella no tenía la fuerza para sostenerlos a ambos. Fue una suerte que Naruto estuviera allí ya que los atrapó a ambos en el aire y logró mantenerlos en pie.

Hinata se separó un poco de él y ambos pudieron verse a el rostro. Sasuke notó que sus ojos estaban llenas de lágrimas sin derramar así como que estaba más pálida y por lo que podía sentir tal vez había adelgazado un poco, pero no era obvio por su ropa de tallas grandes.

Unas manos frías lo tomaron del rostro con una delicadeza de la que solo Hinata era capaz de lograr.

—Es-Esta bien, Sasuke-kun —ella le dedicó una sonrisa a pesar de sus lágrimas—. A-Ahora estas aquí.

Sasuke levantó una mano y le secó una mejilla ya que las lágrimas habían comenzado a caer.

—Nuevamente te hice llorar —murmuró Sasuke realizando una mueca.

El Uchiha sintió la mano de Hinata presionar su mano contra el rostro de ella. Ella lo miró fijamente y un fuerte sonrojo cubrió su rostro.

—Sasuke-kun, yo… a… a mi… me gustaría ser tu no-novia.

Momentáneamente Sasuke se sorprendió por la repentina confesión, pero casi después sonrió demostrando la felicidad que le hacía escuchar esas palabras. No era la primera vez que se le confesaban, pero era la primera vez que se sentía tan feliz y algo avergonzado, dado que aquello estaba siendo visto y oído por Naruto.

Sasuke se acercó a ella juntando sus frentes sintiendo el calor de su piel, casi al instante sus narices se rozaron y sus alientos se entrelazaron. El corazón del Uchiha se aceleró cuando la vio cerrar los ojos, pero antes de poder rozar esos suaves y rosados labios, perdió toda fuerza en las piernas y hubiera caído si no hubiera sido por Naruto y Hinata.

—¡Sasuke-kun!

—¡Teme!

—¡Malditas piernas! —gruñó Sasuke completamente furioso consigo mismo.

—Sasuke debemos volver al hospital —dijo Naruto estabilizándolo—. Tu madre ya debe estar haciendo un escándalo al no verte en tu cama.

Un pequeño mareo lo tomó desprevenido así que se recargó en su amigo. “Tal vez el tarado tenga razón”, pensaba Sasuke, pero su corazón se negaba a separarse de Hinata.

—Hina…ta —musitó Sasuke, pidiéndole que fuera con él, sin expresarlo en palabras.

—Iré contigo —le aseguró con firmeza, sin tartamudear.

Él le sonrió y así los tres se dirigieron al hospital. Donde los esperaban sus padres así como un doctor y un grupo de enfermeras molestas. Y como Sasuke adivinó el único regañado fue Naruto.

Tal vez después podrían invitarlo a comer ramen como un agradecimiento.

En algún momento del viaje Sasuke se dio cuenta que había dejado de llover.

~Café SasuHina Continuará~

Notas de Autor:

¿Meses sin actualizar? ¿O quizás años? En este punto no lo sé. Lo que si puedo decir con sinceridad es que quiero retomar mis fics y lograr lo que todo escritor quiere, una historia perfecta, es decir, una historia completada. Así que quiero comenzar con esa meta, terminando esta historia.

Solo falta el epilogo para finalizarla. No tengo nada escrito para ello aún, pero tengo una idea general. Así que solo tengo que sentarme y escribirla.

Gracias por su paciencia y por todos sus bellos comentarios, que aunque no los contestó los leo todo.

Feliz fin de semana.

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⏰ Última actualización: Apr 26 ⏰

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