A Hinata le gusta el café con leche, que sea dulce y que lleve crema.
A Sasuke le gusta el café negro y que no lleve azúcar, ni crema.
Ambos tienen gustos diferentes pero a pesar de ello, ambos le gusta el café.
Ambos se encuentran diariamente en la...
«Ella era su crema y él su café. Y cuando los ponían juntos, era algo realmente especial»
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Hinata llegó ese día a la cafetería más tarde de lo normal, la noche anterior había olvidado colocar la alarma en su teléfono.
Se acercó al mostrado con una sonrisa en el rostro al reconocer a la dueña del lugar.
-Buenos días Hinata-san ¿Lo mismo de siempre?
-Buenos días para ti también Tenten-san -saludó-. Sí, por favor.
La Hyūga no había terminado de confirmar su orden cuando Tenten ya lo tenía todo listo. Hinata pagó y se despidió con un movimiento de mano, tomó su café y un plato con rollos de canela y se dirigió a su mesa.
Hinata detuvo sus pasos cuando miró al hombre de siempre, sentado leyendo el periódico en su mesa. "Bueno... En realidad no es mí mesa", pensó Hinata con una sonrisa nerviosa.
Hinata consideró sentarse en otro lugar para no molestarlo, pero por otro lado no quería sentarse en otro sitio ya que le gustaba la vista y la privacidad que le ofrecía su mesa.
Indecisa se quedó allí en medio de la cafetería meditando que hacer. Y al recibir un par de miradas ella decidió finalmente.
Se sentaría donde siempre y si incomodaba a esa persona simplemente podía disculparse y sentarse en otro lugar.
Con una sonrisa iluminado su rostro se acercó.
-Bu...Buenos días -saludó nerviosa, toda su confianza se había ido al ser observada por esos oscuros ojos.
Él había bajado el periódico para verla. Hinata inmediatamente se arrepintió de su decisión al ver el ceño fruncido en su rostro, estuvo a punto de disculparse e irse pero él habló antes que ella.
-Buenos días -dijo en el momento que alzaba su periódico.
Hinta se relajó visiblemente, tomó su taza de café y bebió una buena cantidad. "Lo bueno es que parece no molestarle mi presencia", pensó con una sonrisa.
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