§ Prólogo §

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CRY

Prólogo
Capítulo "El encapuchado"



ALQUIMIA

           Continúo mi camino para salir del colegio, las calles están bastante solas ya que a esta hora no hay estudiantes por ahí y los demas deben estar en sus trabajos. Camino un poco rápido porque al estar tan nublado hace que las cuatro de la tarde parezcan las seis.

Voy por una calle donde no veo ni un alma. Sigo mi camino viendo pasar los faros de luz que ya están encendidos gracias a la semioscuridad que dejan las nubes. De pronto siento como algunas gotas de agua caen en mi cabello trenzado, miro al cielo y no sería raro que llueva en estos momentos donde las nubes están literalmente moradas casi negras.

Escucho unas voces acercarse y de la nada salen tres hombres de un callejón, se ve que son personas alejadas del señor. Llevan tatuajes en sus brazos y en sus cuellos, una botella en la mano de cada uno de ellos y en sus bocas un tabaco.

«Padre no permitas que me hagan daño»

Comienzo a caminar con velocidad para dejarlos atrás pero ellos notan mi presencia así que deciden seguirme, mi corazón palpita cada vez más rápido, el miedo invade mi cuerpo. Puedo escuchar las cosas cochinas que dicen, esos tipos son asqueroso, me silban y me dicen que vaya con ellos.

De pronto, siento como uno de ellos me alcanza abrazándome desde atrás, sus asquerosos labios besan mi cuello y sus manos tocan bruscamente mis pechos.

«Padre ayúdeme por favor»

Trato de soltarme de su agarre pero es más fuerte que yo, tan fuerte que me tumba al suelo, los otros dos me levantan y comienzan a tocar mi cuerpo, escucho como sueltan las botellas de sus manos para agarrarme con más fuerza.

—¡Ayuda! —Grito.

Comienza a llover con mucha fuerza haciendo inútil mi intento de auxilio.

—Déjenme por favor —Mis lágrimas inundan mis ojos- Por favor, tengan piedad.

Deben estar drogados porque no les importa la lluvia que los está empapando por completo.

—¡Que alguien me ayude por favor! —Grito con todas mis fuerzas.

Siento como desabrochan mi pantalón y tratan de bajarlo, me arrancan la chaqueta y meten sus manos por dentro de mi blusa.

De pronto escucho el fuerte sonido del freno de un carro, escucho que alguien baja de el y se acerca a nosotros. El sonido de una botella quebrarse me hace cerrar mis ojos y gritar del miedo. Uno de los hombres cae al suelo y me doy cuenta que fue el quien recibió el botellazo, de inmediato está persona quiebra otra botella en la cabeza de otro de los asquerosos tipos, el líquido cayendo en mi cara.

Quedando uno solo de pie quien me tira al suelo haciéndome caer contra mis manos y rodillas pudiendo sentir el fuerte dolor del impacto. Me quedo en el suelo mirando como el asqueroso hombre trata de luchar contra el encapuchado que tumbó a los otros dos. De la nada cae al suelo el tercer hombre que intento violarme, pero mis manos cubren mi boca al ver que ese hombre ha sido apuñalado con la botella gracias al encapuchado.

El hombre encapuchado no se detiene así que fue directo a los otros dos que cayeron al suelo antes, el comienza a golpear el rostro de esos hombres, los golpea tan fuerte que sus rostros comienzan a botar sangre, las manos del encapuchado manchadas de la misma.

—¡Basta! Los matarás —Le grito al encapuchado —¡Que te detengas!

El chico de suéter oscuro se levanta
—puedo sentir la rabia en el— camina hasta su auto pero se detiene antes de entrar a el.

—Sube. —Su voz es tan fría que me asusta.

El se monta en el auto pero no arranca supongo que está esperando que me monte pero no pienso montarme en el auto de un desconocido, aunque el me salvó de esos hombres que creo que están muertos. Mis lágrimas no dejan de mezclarse con las gotas de lluvia que caen en mi rostro.

¿Qué hago?

Veo las cuadras que me faltan por caminar —se ven tan oscuras y tenebrosas—. Tengo miedo de que otros hombres aparezcan y me hagan algo peor además, la lluvia aumenta su densidad.

Me levanto del suelo —mis piernas no dejan de temblar— siento el dolor de mis manos que no deja de arder al igual que mis rodillas. Decido montarme en el auto carmesí que está a mi lado, el chico debe estar esperándome.

Al entrar empapó todo el asiento del copiloto, trago grueso de lo nerviosa y asustada que estoy, mis manos no dejan de temblar y mi corazón late y late con temor. El chico arranca picando caucho haciendo un fuerte ruido, con velocidad se aleja de la calle donde paso todo. Yo ni siquiera volteo a verlo solo miro mi regazo, mis brazos abrazándome.

No puedo dejar de llorar, jamás había vivido algo así.

De pronto siento que el carro se detiene y al ver a través de la ventana noto que me ha dejado al frente de mi casa. ¿Cómo supo dónde vivía? Al ver que estoy frente a mi casa mis nervios se calman un poco y mi corazón reanuda los latidos de siempre.

Respiro profundo antes de mirar al encapuchado que debe ser alguien conocido, pero el carro es muy lujoso para ser de algun vecino.

Ah menos que...

Al voltear mi cabeza en dirección al chico, puedo ver qué se ha quitado la capucha. Su cabello rubio está siendo expuesto ante mis ojos, sus labios carnosos y húmedos con ese piercing en el lado inferior de ellos. Su pecho sube y baja con velocidad, el aún sigue algo tenso y con algo de rabia, sus hermosas manos heladas están apretando con fuerza el volante.

El voltea a verme y sus ojos miel encuentran los míos, ambos nos miramos en silencio escuchando la lluvia chocar contra el auto.

Es el.

El chico que me salvó de esos hombres siempre fué el.

El ha apuñalado a un hombre y golpeado a dos dejándolos completamente inconscientes por mi.

¿Por qué lo hizo?









§ Fin del Prólogo §


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