Capítulo 6 - El Collins es un misterio.

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ALQUIMIA


          Ahí estamos los dos, solos en el auditorio, frente a frente, a pocos centímetros de distancia, nuestras respiraciones mezcladas. Cry Collins no deja de mirarme, el silencio reina en el ambiente luego de que me dijera que le debo un beso. ¿Quien se cree para decirme eso? Es una falta de respeto, ese comentario está muy fuera de lugar, tengo tantas ganas de insultar a ese rubio que tanto me hace enojar pero eso no es un acto bien visto ante mi señor salvador.

—Cry por favor —Logro decir unas palabras—. Dame.. espacio —Mi voz es temblorosa.

—Lo haré —Se lame los labios— Cuando me respondas.

—No voy a besarte Cry Collins. —Le hablo con firmeza—. Jamás lo haré y menos si me tratas así.

El tuerce sus húmedos labios para darme una sonrisa.

—De acuerdo. —El retrocede colocando sus brazos en su cintura— ¿Tanto te intimido?

Le lanzo una mirada asesina.

—No lo haces.

—Mientes.

¿Cómo sabe cuando miento?

—Hace un instante podía escuchar tu acelerado corazón, estabas temblando, sudando, —El se burla—. Oh Alquimia, estabas tan nerviosa.

—No te burles —Me levanto de la silla— ¿Quien no se intimidaría cuando lo acorralan así?

—Lamento el incómodo momento mariposita —Recuesta su cuerpo contra el escenario— O mejor dicho oruguita porque aún no has podido volar en libertad.

¿Por qué me dice eso?

Entonces recuerdo lo que me dijo ese día sobre ser una oruga que aún no sale de su capullo.

"—Alquimia Ross, eres como una mariposa que aún sigue en su capullo pero que algún día podrá salir para volar y ser libre de una vida llena de mentiras.

—En estos momentos eres como una oruga, una hermosa oruga a la que están manipulando con creencias que te limitan a ser feliz."

De pronto se escucha el eco de unas puertas abrirse, al voltear veo que es uno de los conserjes del colegio, supongo que viene a limpiar por los implementos de aseo que trae.

—Las clases acabaron, no pueden estar aquí —Dijo el señor.

—Disculpe, ya nos íbamos. —Camino pasando por un lado del señor, Cry siguiéndome.

Llegó al auto deportivo de Cry afuera de la preparatoria, me detengo en la puerta del copiloto esperando que el quite el seguro. Al escuchar el seguro abrirse entro al auto sintiendo de inmediato el rico olor de su colonia, me acomodo colocándome el cinturón recordando la última vez que estuve aquí cuando el me salvó.

Recuerdo como el golpeaba a esos hombres, tan fuerte y con tanta rabia, aún me inquieta el hecho de que el llegue a ser tan violento. Lo apuñaló sin pensarlo, les dejo el rostro destrozado, había mucha sangre en sus nudillos, jamás había visto algo así en mi vida.

CRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora