Capítulo 4

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⚠️¡HOLAA! Solo quería decir que quisiera que comentárais sobre el capítulo y tal,por favor. Gracias por todo💘⚠️

Elodie Black
El silencio se apoderó de nosotros durante unos segundos.

-¿Y tú, tampoco puedes dormir?-pregunte.

-Te aconsejo que si alguna vez te dan a elegir donde dormir, que no sea con George. Sus ronquidos aún me retumban los oídos.

Hizo sacarme una sonrisa. Él rió continuo a mí.

De nuevo nos quedamos callados, pero ya no era un silencios incómodos sino, cómodos. No sé qué ha ocurrido para que me sienta más cómoda ahora.

-Oye, Elodie.

Giré a verlo.

-Perdona por haber escuchado la conversación con el artilugio de la oreja- tenía un tono de preocupación o algo así.

-No te preocupes, os hubierais enterado tarde o temprano por Sirius.

El bajo la mirada y asintió.

-Fue idea de Harry, nos pidió a George y a mi que se lo diéramos y al final todos empezamos a escucharlo.

Mis ojos se encontraron con los suyos. Tenía unos ojos marrones color café preciosos y sus mechones pelirrojos se hacían ver sobre su frente.

-Después, el gato de Hermione vino y se lo cargó- alzó sus cejas fastidiado.

Le sonríe echando una risa floja y corta.

Nuestros temas de conversación se acababan muy pronto. No sabíamos que decir. Él parecía intentar decirme algo pero parecía que no se atrevía.

-Ha sido muy valiente lo que le has dicho a tu padre- su forma d hablar hizo que agachara la cabeza- No es justo que por culpa de Harry no estés en la orden.

Sentí como el buscaba mi mirada pero yo seguía escondida con la mirada perdida.

-Desde que tengo 15 años, mi ilusión siempre ha sido que mi padre me prestara atención por un momento. Pero él solo se centra en mis errores.

-Pues no sé qué errores.

Su frase me hizo girar y mirarlo.

-¿Qué?

-¿Cuáles errores tienes tú?- fruncí el ceño mientras él parecía hablar muy enserio.

El se giró un poco más hacia a mí.

-Venga ya, Elodie. Eres una chica astuta, simpática, tienes empatía con los demás, eres guapa y además eres una chica muy inteligente. Qué tú padre no se de cuenta de eso es que está demasiado ciego.

¿Ha dicho todo eso de mi?¿Y qué digo yo ahora? Fred ha sido muy amable por haberme dicho todo esto. No sé qué decir. Que un amigo me diga esto... Espera,¿¡amigo!?

Una media sonrisa se me sale del alma y me obligo a mi misma agachar la cabeza de la vergüenza.

-Parece que él no lo ve...- decido hablar mirándolo a la cara.

Tras unos segundos volteándonos hacia las vistas desde el tejado —que desde ahí se veía casi toda la ciudad— él decidió hablar.

-He visto los libros de tu estantería,¿lees mucho?-se giró a verme.

Nadie en mi vida me había preguntado por ellos. Parece que es muy atento. Mis libros están en unas estanterías altas.

-Bueno, es un hobby con el que me distraigo de la realidad- suspiro al final y saco una sonrisilla- Y no te creas que todos sueles ser de romance como se suelen leer.

-¿Ah no? Pensaba que eras de esas- bromeó.

Puse una cara de indignada y él comenzó a reír conmigo.

-¿Quieres ver algo?

Él asintió.

-Acompáñame- me levanté y él me siguió con cuidado hasta saltar de mi ventana hasta al suelo.

Cogí una vela y la encendí. Salimos al pasillo y en silencio bajamos los escalones. Era difícil guardar silencio cuando esos escalones viejos crujían todo el rato.

Desde la primera planta se escuchaba a George roncar.Giré a ver a Fred el cual se aguantaba la risa.

-Te lo he dicho- susurró.

-Shh- aguante la risa mientras le mandaba a guardar silencio,

Lo guié hasta la cocina y cruzamos un largo pasillo en la que entramos en dos salas, en el comedor y en el salón, hasta que llegamos a nuestro destino.

Por la iluminación de la vela, me guié hasta la otra punta de la sala, apoyé la vela en una cómoda y empecé a encender las luces.

Fred miraba todo con una expresión de sorprendió increíble.

-Bienvenido a mi sitio favorito de la casa de los Black- presenté a mi humilde biblioteca, la cual me he pasado horas y horas aquí sentada leyendo e investigando.

-Esto es gigante- se acercó a una de las estanterías y a mirar los libros -¿Cuáles son los que te has leído?

-Todos.

-¿¡Todos!?

-Sí,todos.

Él giró a verme sorprendido y confuso.

-Pero cuantos años llevas aquí,¿tres años para leerte todo esto?

-Llevo dos, y más de uno de aquí es del orfanato. Me los regalaban porque me los leía muchísimas veces. Iban sobre cultura general, problemas y soluciones de la vida, sobre los reyes del mundo... Esas cosas.

Fred me miraba con unos ojos como platos. Solo le faltaba arrodillarse ante mí.

-¿Y nunca te aburres leyendo cosas que podrías leer en el colegio?

-Siempre he dicho que para saber del mundo, hay que aprender de él.

Él se quedó mirándome durante segundos.

-¿Qué?- pregunté confusa.

-Parece ser bastante más lista de lo que ya eres.

Rodeé los ojos y me acerqué a él. Más bien a la estantería.

Me puse de puntillas y cogí un libro con una portada azul.

-Este podría gustarte- él recibió el libro en sus manos mientras nuestras manos rozaban.

-¿De que va?-pregunto.

-Léelo y lo sabrás.

-Oh,gracias por la aportación- le dí un codazo mientras él reía sarcástico.

-Puede que haya anotaciones. Suelo marcar las cosas que me gustan- le comuniqué.

Escuchamos unos pasos detrás de nosotras el cual nos llamó la atención.

-¿Qué hacéis despiertos?

Molly. Tenía su camisón y una bata puesta. Mire de reojo al pelirrojo y sonreí.

-No podíamos dormir- protestó Fred.

-¿Y por eso tenéis que encender velas y hacer ruido?Encima Elodie, no te has puesto ni el pijama.¡A dormir ya!

Al sonar el tono de voz de ella, no se enfadaba con nosotros. Le pedí disculpas y ella solo reaccionó dándome un beso en la mejilla, en camino a su hijo le dio una pequeña charla sobre dejar de ir deambulando por la noche.

𝐓𝐑𝐀𝐈𝐓𝐎𝐑 ʰᵃʳʳʸ ᵖᵒᵗᵗᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora