Cunas

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⚠️Advertencia⚠️

Sangre, niños involucrados, terror psicológico, incesto.

Intento de terror.

En este au Reich y SS son tío y sobrino. 

Versión original en Inkitt.

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Entre sombras vivía tranquilo. Cumpliendo su trabajo sin inconvenientes aparentes hasta la llegada de ese alemán y sus mocosos.

La curiosidad le llenó el oscuro semblante, pudo ver detrás del pelirrojo el aura que sólo poseen los asesinos en masa. Cadenas invisibles en su cuello que lo unían a miles de almas en pena rencorosas.

En los bebés no vio nada malo, únicamente la ignorancia de sus cortas edades.

Desde la ventana del segundo piso de la residencia abandonada a mitad del bosque, vio la repentina llegada del hombre y esas criaturas.

Algo le decía que tenía que divertirse. Habia mucho material para entretenerse hasta que el tipo perdiera la cordura.

Lamió sus labios.

Era hora de ponerse en acción, pero antes...

Tenía que preparar terreno.

– Todo termino mis niños...

Su semblante estaba cansado. Por fortuna logro escapar antes de que Los Aliados lo encontrasen a él y a sus bebés. Italia lo traicionó, Japón se rindió, pero él no estaba dispuesto a dejarse ganar. Por los bebés que cargaba en los brazos no termino con su vida.

Recordaba con asco el único ojo que le quedaba al soviético. Ese ojo de oro. Quien sabe que le haría ese monstruo a los gemelos si estuvieran en sus manos. No quería averiguarlo.

Entro en la casa abandonada, para estar deshabitada no se encontraba en tan horribles condiciones. Una fina capa de polvo cubría el suelo y los objetos, el candelabro en el techo era habitada por arañas tejiendo sus hilos de seda, la ventana de la sala conservaba unas misteriosas manchas marrones. Ojalá no fuese moho.

La madera bajo sus pies crujía con cada paso, era sin duda un ambiente tétrico.

Dudaba de la seguridad de las escaleras, aún así se arriesgo a subir a la segunda planta, dando toques en los peldaños para asegurar si eran seguros de pisar con todo su peso. Entre ruidos de antigüedad logró su cometido. Había un pasillo con tres puertas. Una en cada pared, y otra al final.

La puerta del lado izquierdo era un baño, la derecha era una habitación, la última era otra habitación con la diferencia que dentro había una cuna empolvada y una cama.

Esto tenía una pinta muy mala.

Pero no podía ir a otro lugar.

Años después

Perro fiel [SS X Third Reich]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora