02 - La ventana.

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—D-discúlpeme señorita Kim... —dije con voz temblorosa y con la respiración entrecortada— las copias me han llevado... —me paré en seco. Las excusas no iban a mejorar mi situación. Además, no le iba a permitir echarme la culpa de algo que yo no podía controlar.

Con mi recién recuperada valentía en su sitio, levanté la barbilla y caminé hasta donde estaba sentada.

Sin mirarla, busqué entre los papeles y coloqué una copia de la presentación sobre la mesa.

—¿Lista para empezar?

No dijo una palabra, pero su mirada atravesó mi valiente coraza y señaló el material que le había puesto delante para que continuara. Me aclaré la garganta y empecé la presentación.

Repasé los diferentes aspectos de mi propuesta y ella permaneció en silencio, con la mirada clavada en su copia.

¿Por qué estaba tan tranquila?, me estaba poniendo de los nervios.

Estaba inclinada sobre la mesa, señalándole unos gráficos cuando sucedió.

—La línea temporal para el primer objetivo es un poco ambi... —dejé la frase a medias y el aire se detuvo en mi garganta.

Sowon había puesto su mano en el final de mi espalda antes de deslizarla poco a poco hasta posarla sobre la curva de mi trasero.

En los nueve meses que llevaba trabajando con ella nunca me había tocado intencionadamente. Y eso era sin duda intencionado.

El calor de su mano me quemaba a través de la falda hasta llegar a mi piel. Todos los músculos de mi cuerpo se tensaron y sentí como se licuaban mis entrañas.

¿Qué demonios está haciendo?

Mi cerebro me gritaba que le apartara la mano y le dijera que no volviera a tocarme, pero mi cuerpo actuaba en solitario.

Se me endurecieron los pezones, apreté la mandíbula en respuesta y el corazón me martilleaba en el pecho.

Pasó al menos medio minuto sin que ninguna de las dos dijera nada, mientras su mano seguía bajando por mi muslo, acariciándome.

Nuestras respiraciones y el ruido de la ciudad que llegaba amortiguado desde la calle era lo único que se oía en el aire inmóvil de la sala de reuniones.

—Dese la vuelta, señorita Jung. —su voz rompió el silencio y yo me erguí, mirando hacia delante.

Me volví lentamente y su mano me fue rozando, deslizándose hacia mi cadera.

Podía sentir cómo la extendía, desde las yemas de los dedos que tenía sobre la parte baja de mi espalda hasta el pulgar que en ese momento presionaba la piel suave que quedaba justo encima del hueso de mi cadera.

Bajé la vista para mirarla a los ojos y nuestros ojos se encontraron.

Notaba su pecho subiendo y bajando, cada respiración más profunda que la anterior.

Un músculo se contrajo en su mandíbula a la vez que el pulgar empezaba a moverse, deslizándose lentamente a un lado y a otro, mientras sus ojos no se apartaban de los míos.

Estaba esperando que yo la detuviera, ya había transcurrido tiempo más que suficiente para que yo la apartara de un manotazo o simplemente me alejara y me fuera. Pero tenía demasiados sentimientos que gestionar antes de poder reaccionar.

Nunca me había sentido así, y mucho menos había esperado sentirme así con Sowon.

Quería darle una bofetada y después agarrarla de la camisa y besarle el cuello.

A hateful girl │Wonha [GP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora