¡Pasado: Primera parte!

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Jungkook, 15 años.


"Danza del sol y el mar, la guardare en mis ojos.... Por un día, un instante fue rey..."

-Basta, Jungkook, ese chico no está a tu nivel, no está a nuestro alcancé ─Dijo madre con cansancio.

Pero incluso sabiendo que ella decía la verdad, no podía, mis ojos no podían apartarse de él. Él me llamaba, sus ojos, su sonrisa, todo. Todo él me llamada, me atraía como un imán, y por más que luchaba contra eso, no podía, este doncel me hacia la tarea demasiado difícil.

Desde la primera vez que mis ojos se encontraron con los suyos supe que el sería el dueño de mis suspiros, su carita angelical me hacía temblar al punto en que no podía respirar. Sus cabellos rubios que opacaban al mismo sistema solar, junto a sus ojos cual agua del mar. Lo sueve que se veía su piel oculta tras sus vestidos de seda. Y la sonrisa mas bella que pude haber visto en mi corta vida. Que incluso este fuera de mi alcance, de mis manos, no lo estaba de mi corazón. Para mi solo un doncel, no el hijo del jefe, solo era el niño que me robaba el sueño. al que le dedicaba cada verso de las canciones de mi madre. Lo vi caminar hacia su padre, tímido y tan inocente. Su padre lo sujeto del brazo y lo metió a su despacho. No tenía permitido estar en el bar, pero no tenia con quien dejarlo, según todos aquí, decían que el viejo Kim era tan sobreprotector que nunca dejaba a su hijo fuera de su vista, donde él iba, su hijo tenia que ir. Y aunque no me gustaba su imposición de poder sobre mi príncipe, tenia que ser sincero y estar agradecido de eso, porque gracias a ello podía verlo todos los días. Aunque sea a escondidas, aunque el no lo sepa, yo lo veía, siempre lo veía, aunque él no lo hiciera.

─Cierra la boca, gurí─ Me dijo Zeca con una sonrisa burlona.

Lo miré, pero no dije nada. No tenía sentido decirle lo contrario cuando estaba completamente consiente de lo tonto enamorado que me traía ese niño.

Y el solo continuo hablando: ─Ese minino no te mirara, jamás, solo mirate─Su mirada me recorrio, hice una mueca ante eso─ Y míralo a él ─Miro hacia el causante de mis suspiros─Parece un principito mimado─Derrepente se puso serio, cosa que no sucedía a menudo─Solo vas a sufrir sino deslizas esos pensamientos de enomorado─Se calló abruptamente cuando me vió a los ojos y soltó un suspiro irritado antes de volver a hablar─Mira, Jungkook, así ese chico te quisiera como tu lo quieres, no podrán estar juntos, su padre no lo dejaría y lo sabes─Desvio la mirada antes de volver a mirarme─Coge las maracas, debemos empezar con el ensayo.

Tenía razón, Zeca lo sabía mejor que yo, nunca podría estar con el hijo del señor Kim, no lo dejaría, pero no quería rendirme antes de tiempo. Éramos solo niños, pero incluso un niño puede saber lo que es el amor y sentirlo. No tenia la certeza de que el también me quisiera como yo lo quiero, pero incluso así quería luchar por él, aunque no tenga el suficiente nivel para ello. Miré por última vez por donde había desaparecido mi príncipe, e hice lo que Zeca me ordenó. Quizás debo hacerle caso, a él y a mi madre, pero mi corazón suspira y latía por él. Quizás solo sea cosa de niño, pero solo lo quería a él.

Madre subió al pódium con una sonrisa en el rostro, uno de los chicos de la orquesta le tendió el micrófono y madre lo tomo. Mientras los instrumentos empezaban a cantar madre sonreía fascinada, a ella le encantaba esto. Era feliz sobre el escenario. Y yo era feliz por ella. Podía sentir sus emociones flotando en el aire, la melancolía, la tristeza, la felicidad, pero sobre todo la añoranza, sabia en quien estaba pensado mientras recitaba esas letras al compás de los tambores tropicales.

LAMBADA [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora