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Otro sábado donde Sunoo no se quedaría en el deprimente y solitario estado de ánimo post ruptura.
En realidad, había pasado el tiempo suficiente, su luto había terminado hace mucho y aunque se había planteado estar solo durante un tiempo, jamás pensó que alguien llegaría a su vida así de rápido. Es más, había estado en su vida desde hace tiempo y no había sido capaz de verlo.
También le sorprendía un poco la manera en que se estaban dando las cosas, la forma en que no sentía la exigencia de nada, donde podía salir con sus amigos, ceder el asiento de copiloto y no tener una mala mirada por parte de nadie, ni una discusión fuerte por algo como eso. Eso era nuevo, pero Sunoo sabía que es así como debía ser.
Sunghoon parecía alguien seguro de si mismo y eso lo hacía el doble... no, el triple... ¡Jesús! Inmensamente atractivo.
Cuando se despertó cerca de las 10 de la mañana, Sunoo se levantó, se dio un baño y se vistió para luego preparar su desayuno con calma, pero con la emoción interna de que saldría con Sunghoon.
Su teléfono vibró en su mano mientras miraba su Instagram, un mensaje de Jungwon en su grupo.
«Sunoo, vamos mañana a la casa de la tía de Jay ya que el lunes es feriado»
Sunoo recordaba ese lugar porque ya había ido antes junto a Jay y Jungwon, tenía una pequeña piscina y un quincho para hacer barbacoa, todo ubicado en medio de las montañas a la orilla de un lago en Chuncheon.
«En todo caso no te estaba preguntando», Jungwon se burló.
Sunoo rio y dejó el teléfono a un lado mientras tomaba el resto de su té.
Otro mensaje llegó.
Tomó su teléfono nuevamente y al ver el mensaje se paralizó en su asiento.
«Sunoo ¿Podemos vernos?»
Pero decidió no responder.
¿Por qué su ex le hablaría un año después de su ruptura? No tenían ninguna conversación pendiente así que lo veía completamente innecesario verse y mucho menos responderle. Él ya no era parte de su vida.
«Estoy afuera de tu departamento»
Un escalofrío lo recorrió tras ese mensaje. Se giró hacia la puerta como si realmente él pudiese estar ahí.
Entonces el timbre de la puerta fue presionado y sus ojos se abrieron de par en par.
La situación se estaba volviendo aterradora de pronto ¿Que carajos?
Se levantó de su silla y miró por el ojo de la puerta.
Sí era él.
Pero no sentía miedo de él, así que se decidió por abrir una rendija de su puerta en la que solo se vea su persona.
