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4 años después...
—Amor, apresurate, vamos tarde.
—Dame solo un minuto —la voz de Sunghoon le contestó desde su habitación.
Sunoo acarició el regazo de Raspy que estaba sobre el sillón echa un ovillo. Se veía diminuta en este a pesar de que ya era una gata adulta.
—Cuida nuestra casa, pequeña, volveremos un poco tarde, pero sabes que tienes libre demanda de comida, te vigilaré por la cámara ¿Sí?
—Ya estoy listo —Sunghoon aparece en la sala con su abrigo y sus lentes puestos.
Sunoo se levanta del sillón y lo observa con una sonrisa. —Te ves increíble.
—Cómo siempre —Sunghoon le guiña un ojo, luego se acerca unos pasos hasta él para rodear su cintura y besar sus labios—. Pero tú te ves aún más hermoso.
Sunoo ríe y luego de que Sunghoon acariciara la cabeza de la minina una última vez, ambos tomaron sus manos y salieron de su departamento.
Se encontraron todos en el salón de bodas. Jake había pedido permiso en la base para poder estar presente en el día más importante de sus amigos. Jay y Jungwon se casarían luego de que ambos pasaran un tiempo alejados gracias al servicio militar, el cual había significado algunas crisis en su relación, pero nada que no pudiesen superar. Heeseung estaba solo, por lo que todos comenzaron a preguntarle por su novia.
—Terminamos —dice como si fuese algo simple.
—¿Hace cuanto? —Ni-ki pregunta interesado.
—Hace tiempo, como dos meses, pero terminó bien.
—¿Y eso por qué, hyung? —Sunoo pregunta también, igual de sorprendido que el resto.
—Oigan, no hablemos de la ruptura de Heeseung un día importante como este —Jake interrumpe con una risita nerviosa—, hablemos de que me quedan pocos meses para salir.
Sunoo ve al mayor del grupo sonreír en amplitud después de eso, lo cual le parece sospechoso.
Jake en un principio no iba a enlistarse debido a su nacionalidad australiana, pero un día en una reunión dio la noticia de que había obtenido la nacionalidad coreana ya que pensaba establecerse en Corea para el resto de su vida, así que ahora era uno de los reclutas más respetados por su decisión, aunque Sunoo y Sunghoon habían hablado con él y no parecía tener muchos planes de familia ni con ninguna pareja.
Lo único que habían notado todos era que las peleas entre Ni-ki y Heeseung por Jake se habían detenido y ahora ambos parecían respetar el tiempo compartido con el australiano. Todo era muy sospechoso.
Finalmente entraron en la sala de espera y los cinco amigos aplaudieron entre risas al ver a Jay esperando cómodamente en el sillón con una copa con jugo de uva en ella.
