Capítulo 1

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Han pasado varios meses después de aquel curioso incidente en la oficina de los líderes de la familia Hellsing y ahora en estos momentos nos encontramos en una de las habitaciones de la mansión que fué acondicionada como un área médica o para ser precisos una sala de parto, que dicho sea de paso había alguien que no lo estaba pasando nada bien.

Roxanne: Aaaa!!! Maldición esto duele mucho!!!.

Integra: Eso no es nada, ni siquiera hemos empezado.

Roxanne: ¡No digas cosas que no sabes anciana!.

Integra: *irritada* ¡No me malcontestes mocosa!...... de todas formas ya pasé por esto igual que tú lo estás haciendo ahora mi niña. *sonriendo dulcemente*

Roxanne: *con la vista agachada* Lo siento mucho madre por tantos problemas que te causé en el pasado y que incluso ahora te estoy causando...

Integra: *abrazándola* Siempre fuiste una joven muy difícil de tratar pero aún así apesar de todo eres mi hija y te amo.

Roxanne: *derramando lágrimas* Basta ya vieja, me estás poniendo muy sentimental.

Integra: *sonriendo* Esa parte de tí nunca cambiará, ahora prepárate que ya llegó el momento pero aquí me quedaré apoyándote.

Roxanne:.......... *susurrando* Gracias.

Luego de esta especie de reconciliación entre madre e hija nos dirigimos hacia afuera de la mansión donde se encontraba Alucard viendo el cielo tranquilamente mientras esperaba el resultado del parto de su hija y el tan ansiado nacimiento de su nieto aunque nunca lo expresó abiertamente estaba impaciente por ello.

Su tranquila y algo ansiosa espera fué interrumpida por la aparición de alguien en un círculo de magia y ante la aparición repentina Alucard decidió ponerse sereno ya que rara vez lo contactaban a menos de que fuese algo serio.

???: Cuanto tiempo sin verte Alucard.

Alucard: Ciertamente han pasado algunos años..... Zeoticus, ahora dime ¿porqué estás aqui?. *serio*

Zeoticus: Vamos, ¿que acaso no puedo venir a ver a un viejo amigo?. *sonriendo*

Al ver que Alucard siguió tan sereno e inmutable como siempre, el pelirrojo decidió dejarse de rodeos e ir directamente al grano.

Zeoticus: Está bien, de hecho me enteré que vas a ser abuelo... felicidades de primera mano.

Alucard: Ve al punto Zeoticus, no creo que estés aquí solo por convivencia y mucho menos en un lugar algo apartado como lo son mis dominios. *serio*

Zeoticus: Que hablando de eso están infestados nuevamente y deberías hacer una limpieza. *algo molesto*

Alucard: Todo a su debido momento, no me costaría nada eliminarlos, pero tengo planes para esas ratas así que por ello no me he encargado de ellos aún.

Zeoticus: Bueno, si tu lo dices... la razón de mi visita es más que nada por la noticia de tu nieto.

Alucard: ¿Y qué con eso? (Maldición, tengo el presentimiendo de a donde quiere llegar este pelo de menstruación).

Zeoticus: lo que quiero es un matrimonio arreglado entre mi hija Rías y tu nieto.

Alucard: Ya veo (ya decía yo, tan predecible como siempre), pero me temo que eso no será posible.

Zeoticus: ¡¿Pero porqué?!, ¡¿cómo osas negarte ante semejante propuesta?!. *sorprendido y molesto*

Alucard: De primeras tu hija no tiene mucho tiempo de nacida y tampoco la conozco, en segunda me parece algo raro de que después de tanto tiempo sin vernos aparezcas de la nada apenas se supo la noticia del nacimiento de mi nieto.

El señor de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora