E X O R D I O

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☾︎

En la guerra
Como en el amor
Una mujer es mil veces
más despiadada que un hombre
Y un hombre herido, princesa
peor todavía
No hay nada más peligroso
que el rencor y la venganza
de un enamorado

☾︎

𝗦𝗼𝘆 𝗰𝗮𝗽𝗮𝘇 𝗱𝗲 𝗺𝗮𝘁𝗮𝗿𝘁𝗲, 𝗔𝗿𝗶𝗮𝗻𝗮



Los besos iban y venían, el ambiente caliente y sensual era tan fuerte que por un momento el duque se sintió en un lujurioso sueño

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Los besos iban y venían, el ambiente caliente y sensual era tan fuerte que por un momento el duque se sintió en un lujurioso sueño. Ahogó un gemido de placer al sentir esa húmeda lengua pasar por su muslo.

Alikhan gimió débil al sentir esas manos fuertes acariciar desde su vientre plano hasta sus delgadas y largas piernas, brillantes como una perla y suaves como la seda. Algo que a su amante le gustaba era lo dedicado que era su cuidado, el como se encargaba de arreglar cada mínimo detalle, desde su cabello de oro hasta su piel de perla. Mordió su labio al sentir otro chupetón en su muslo, su cabeza fue hacia atrás al sentir la cálida lengua pasar desde su entrada hambrienta hasta su miembro goteante.

Le encantaba como el moreno besaba y acariciaba su cuerpo con tanto deseo, como si alabara su cuerpo.

La bestia divina subió hasta sus labios para comenzar a besarlos y morderlos. Alikhan gimoteo al sentir la punta de ese enorme miembro acariciar su entrada.

Hasta que un grito salió desde lo más profundo de su garganta.

La bestia lo penetro de una sola estocada, haciendo que rasguñara su espalda por ese placentero dolor.

Uno. Dos. Tres.

El viril miembro de la bestia lo tenía drogado,  la forma tan dura que lo estaba follando le estaba haciendo ver estrellas, su rostro se volvió erótico que solo aumento la intensidad, sus sentidos estaban embriagados por la tan placentera acción que solo se limitó a gritar de lujuria. Sintiendo ese golpe en su próstata.

Cuatro. Cinco. Seis.

El séptimo golpe fue tan duro que lo hizo liberar su esperma.

Abrazo por el cuello lleno de marcas y besos de labial corrido para devorar los labios de su amante. Rubio y moreno se unieron de nuevo en el acto sexual, esta vez, con el duque dorado sobre la bestia, comenzando una cabalgata desesperada, sentir como su cavidad anal era desgarrada por el miembro de Nell Phantom lo hizo chillar. Sin dejar de rebotar sobre él, tomó ambas manos del pelinegro para que sujetará sus piernas, apoyándose en su pecho miró sobre su hombro como sus glúteos rebotaban ante los saltos, viendo ahora en el espejo frente a la enorme cama de seda roja como las bolas de Phantom se encontraban hinchadas y rojas por retener su orgasmo a orden suya lo hizo sonreír de orgullo.

| 𝐋 𝐔 𝐒 𝐓 | 𝐍𝐞𝐥𝐥 𝐏𝐡𝐚𝐧𝐭𝐨𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora