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Nell Phantom era por mucho la mejor joya de la princesa Ariana Rose de Secreamise, la primer y única hija del emperador más temido de todo el imperio.
Él es fuerte, el mejor espadachín de Arbezela, leal, un gran estratega y sobre todo su belleza tan masculina y etérea.
Claro que tenía sus fallas.
Como ser un mentiroso, un perfecto mentiroso y creerse un hombre muy valioso.
Tal vez para Astea y Arbezela si.
Pero fuera de ellas era uno más entre tantos seres poderosos y mágicos, tal vez incluso uno más bajo, porque incluso el no podría desafiar a las fuerzas de las bestias de Santa Rosa.
Y claro que tuvo consecuencias al intentar hacer su voluntad fuera de su hogar, fue tan idiota y tan estúpido al creer que podría herir al hombre más influyente de los 4 reinos más poderosos, incluso tan valioso en el imperio al que sirve.
Estaba ahí. En el suelo, arrodillado al rubio se ojos sangrientos y cuerpo de un perfecto dios.
Alikhan había colocado su pie en su rodilla, mirándolo con soberbia y superioridad, no sonreía, no emitía ni una palabra más que su respiración tranquila y su aura tan imponente que podría incluso arrodillar a toda una tropa.
— arrodillate como el perro que eres —ordenó de forma arrogante, presionando con más fuerza la punta de su tacón en su rodilla apoyada—
No estaba del todo arrodillado, aún mantenía una pierna en su intento de no caer por completo. El rubio sostenía su mandíbula con fuerza al punto de que podía sentir sus uñas perfectamente afiladas encajandose en su piel.
— besa mis pies y súplica por mi
La forma tan dominante en la que lo tenía y mandaba le estaba provocando una fuerte erección al punto de que le estaba incomodando mucho su pantalón.
Aun se oía el bullicio de la gente en el salón, Ariana no lo buscaría hasta probablemente el día siguiente.
Así que tal vez tendría esa noche para poder rendir cuentas al fin con el duque más hermoso.
— si lo hago...¿me dejará probar sus labios y mantenerse alejado del príncipe Efrit?
— ja, ¿me quiere poner condiciones a mi? —reafirmó su agarre notando sangre caer de sus mejillas—
Nell en lugar de sentir dolor o molestia le estaba gustando esa sensación de dominación, no quería, necesitaba con urgencia besar al rubio ya.
Ya fueron muchas lunas lejos de Alikhan Rosemary.
— solo déjeme sentir sus labios excelencia —suplicó necesitado— por favor
— tan lindo mi cachorrito —murmuró con diversión subiendo su mano de su mandíbula a su cabello enterrando sus dedos entre los suaves cabellos negros— ¿enserio lo deseas?
