Serpiente Blanca 🐍 Levi Ackerman

🐍 15. Represalia

[Bosque de árboles gigantes]

– No tiene ninguna gracia...Hay otro individuo al que debería devorar un titán.

– ¿Qué quiere decir?

Levi miró hacia el campamento, a Zeke.

– Le pasaremos el titán de Zeke a otro. Transformemos a uno de los Jaegeristas y que devore a Zeke. Y encarcelaremos a Tn. No sé si Zeke o Tn están manipulando a Eren o no, pero si pierden a Zeke o a Tn, se acabó –los miró.– Díganselo a Pixis. Vayan.

– ¿Está seguro, Capitán?

– Si le corto las extremidades –sacó los cables de su equipo de maniobras, enganchándolos a otra rama.–, el viejo se resignará –saltó.

Tn suspiró, recostándose con la cabeza sobre una de las piernas de Zeke, y extendió una mano para observar los anillos que llevaba.

– Conozco la isla mejor que tú. Tú huye con un titán mientras los demás distraen a Levi.

– ¿Y tú?

– Tomaré un caballo e iré a reunirme con Luke, yo sé dónde está prisionero.

– ¿Necesitas de tu guardia personal, princesita?

– Las peleas físicas no son lo mío. Prefiero que lo hagan por mí –sonrió.– Además, le dije que lo buscaría.

– ¿Segura?

– No pretendo correr. Además, conociendo a Levi, si huimos los dos él irá detrás de ti –rió.– Eso me da vía libre a mí.

Ambos miraron al pelinegro al oír su equipo de maniobras.

– Ahí viene tu principe –comentó, regresando la vista a su libro. Ella rió.

Levi se acercó a ellos.

– ¿Disfrutando del libro?

– No está mal para haberlo leído siete veces.

– No debiste concentrarte mucho mientras hablábamos. ¿No es así, Tn?

Ambos rubios lo miraron.

– ¿Pretendes que me concentre la octava vez? Por cierto, ¿No queda vino?

– Llevamos un mes aquí. No queda ni gota.

– Cielos... –bostezó, volviendo la vista al libro.– Se te ocurren torturas pintorescas.

– Él tiene razón –lo miró.– No cuidas bien de tu futura esposa, Capitán~

– ...No digas tonterías, mocosa –miró al de lentes.– Sigue leyendo –volteó, caminando.

– Recibido, jefe.

– Aburrido~

«Diga lo que diga Pixis, pienso matarlo. Hay 30 soldados equipados vigilando el bosque. Aunque se transforme, no podrá escapar», miró de reojo a los primos Fritz, «El barbudo siempre fue nuestro enemigo», volvió la vista adelante, «Ahora que está claro, no tengo por qué reprimirme y no cortarle las piernas...Ha pasado mucho tiempo. Erwin, por fin podré cumplir la promesa de aquel día», se detuvo, «Sus muertes tuvieron sentido. Y por fin podré demostrarlo»

Volteó, viendo el libro sobre la caja y al rubio correr, mientras la rubia seguía recostada sobre las cajas admirando sus anillos; abrió la boca y frunció las cejas ligeramente, con extrañeza.

Zeke gritó sonoramente.

Levi se tensó, levantando las cejas sorprendido.

– ¿Qué?