te odio, pero déjame follarte.

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Bill tiene 15 y Tom 16.


Tom.

-Mmh... Preciosa, sigue...- Gemí mientras ponía mi mano en su cabello, jalándolo.

Ella siguió, hasta que sentí como iva a llegar y....

-¡Mierda!- Gemí llenando por completo la boca de la chica que estaba de rodillas delante mío.

Me agache, y le agarre de la barbilla. -Muy bien, preciosa, así me gusta. Que me hagas llegar hasta al final, ahora... Te dejo sola para que te arregles un poco, y limpies lo que as ensuciado.- le ordene. Me levanté, cerré mi cinturón y abrí la puerta del cubículo, y salí.

Mire para los dos lados, no habia nadie. Salí disimuladamente del baño, y vi a mi queridísimo amigo.

-¡Vaya vaya! Pero a quién tenemos aquí...- me dirigi a Bill que estaba allí, con su móvil.

Puto niñato.

-¿Que haces aqui solito, Billy? ¿No deberías de estar en clases? Que malote. - dije yo agarrándolo de los hombros. El se tenso, y se separó de mi.

-Primero,  a ti que mierda te debe de importar donde esté o no, y segundo, no me vuelvas a llamar... De ese modo, ni que fueras mi novio. - dijo en un tono enfadado.

-Ajam, si, lo que usted diga. - dije yo.

-Ahora, si me disculpas, me largo.- dijo el guardando su movil en su mochila.
Y, puse mi pie.

Vi como se caía al suelo de cara.
-¡Jajaja! ¡Tremenda ostia te as dado! - dije yo partiéndome de la risa, esque se a dado una ostia...

-¡Hijo de puta! - el, todavía en el suelo me agarró la pierna, tirándome al suelo de culo. Vaya, que tenía fuerza el delgaducho este.

-¡Bill, te voy a matar! - dije yo poniéndome encima de el y empecé a pegarle en su preciosa cara, tan delicada, pobre carita.

Bill me agarró de la muñeca y me intento parar, luego, sentí como levanta su pierna y la guiaba a mi entrepierna... Lo mataba.

-¡Ah! ¡Bill me cago en tus putos muertos! - grite yo, le agarre del pelo y lo jale, el solto un gemido de dolor, y se subió encima mío, haciéndome caer de espaldas al suelo. Mi espalda cayó al suelo con Bill encima, se escuchó un "Crack" venido de mi espalda. Solté un jadeo de dolor.

Sonó el timbre de irse a casa, las dos y media. Y los dos seguíamos pegandonos.

Todo el mundo nos veia pegandonos.

-¡Vamos Tom!
-¡Bill no te dejes ganar!
-¡Los que se pelean se desean!
-¡Pelea, pelea, pelea!

Y más frases gritaban, hasta que sentí unas manos en mis hombros, alejándome de bill. -¡Basta! - grito la directora.
El perfecto rostro de Bill, estaba todo demacrado. Tenía sangre en la ceja, se la rompí. Su bonito maquillaje negro estaba todo corrido, de los golpes, supongo. Tenía moratones por toda la cara, y sus nudillos con sangre.

No me imagino mi cara.

-¡A mí despacho, ¡Ahora! - grito la directora.

Un montón de murmullos se escuchaban a mi alrededor. Vi a la chica que me había echo una mamada hace un rato, y se acercó a mi.

-¡Tom! ¿Estás bien? - me pregunto la chica, ya ni me acordaba de su puñetero nombre.

-Callate.-le dije en un tono enfadado, estaba enfadadisimo de cojones.

-Pero...

-¡Que te calles! - le grite y seguí mi camino hacia el despacho de la directora, junto, con el puñetero Bill. Me gire a verla y estaba llorando en el suelo. Bah. Que se joda.

One-Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora