Beso de la vida

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En gran medida, la vida consistía en cometer errores, y luego esforzarse por repararlos, pero, sin duda, la parte más complicada siempre sería admitir que te habías equivocado.

A Seunghyun le llevó años, y un cúmulo, demasiado grande para ignorar, de errores, tantos que en un punto de su vida estuvo tan avergonzado para hacerles frente, así que decidió esconderse, lejos de todo y de todos. Guardó su corazón, ah, ese tonto y sensible corazón suyo, lejos de cualquier ser que pudiera ver algo en él.

Estuvo tan asustado, durante tanto tiempo, que, cuando volvió a ver la luz, era demasiado tarde, y había sido tan egoísta, dañando a todas las personas importantes para él.

¿Dónde estaban todas aquellas promesas que hizo? ¿No había jurado amor, protección y cuidado?

Él ni siquiera era capaz de ver a Jiyong a los ojos, porque la culpa se derramaba vergonzosamente desde cada poro de su ser. Él, quién había jurado amar y cuidar a Jiyong, le había causado tanto daño, sin necesidad de hacer o decir nada, simplemente con su ausencia, sus silencios y su coraza, levantándose en cada intento que hizo Jiyong por hablar.

Ya ni siquiera recordaba cómo había comenzado, pero el dolor se había aferrado a su ser, como una enfermedad que se extiende por tu cuerpo y no puedes detener, porque ni siquiera sabes que está ahí, pero sigue acabando contigo de cualquier manera.

Aquel día, un día catalogado como casi bueno, considerando que había estado demasiado tiempo sumido en una larga cadena de días horribles, se preguntó cuánto tiempo había pasado desde que vio a Jiyong, a su Jiyong.

¿Seguía siendo suyo?

Sonrió con amargura, porque al final de todo no había aprendido nada, porque había estado huyendo de Jiyong durante tanto tiempo, encerrado en su propia vergüenza, y, sin embargo, estaba ahí, apareciendo frente a su puerta, como si tuviera alguna clase de derecho.

─Te he traído un té, hace demasiado frío, hyung.

Vio la taza humeante, sin atreverse a mirar al anfitrión, aun si había sido él quien acudió voluntariamente. La palabra "hyung" se clavó en su estómago, hace algún tiempo habría sido llamado "cariño" o "mi amor", pero eso estaba en el pasado, él se encargó de arruinarlo todo.

─Gracias ─recordó decir, demasiado tarde.

Podía sentir la mirada del otro sobre de él, y el silencio abrumador, porque Jiyong no era de los presionan, jamás le haría algo como eso, ya que conocía cada fortaleza y debilidad de su corazón, del mismo modo que Seunghyun le conocía, y, aun así, le había hecho tanto daño.

Y seguiría haciéndolo, si no era capaz de decir algo. Respiró, profundo, contando en su mente, enumerando cada una de las cosas que deseaba decir, cada una de las cosas por las que había que disculparse, obligando a su corazón a calmarse, pero era difícil, porque su corazón parecía haber recordado lo importante que es Jiyong, y latía como loco.

Tenía todo un monólogo para decir, y estaba listo para hacerlo, hasta que el brillante anillo en la mano de Jiyong tomó toda su atención. Por un momento, perdió la razón y el fuerte dolor se aferró a su pecho, inundado por dudas y temores, hasta que lo reconoció, aquel anillo era su anillo, aquel que llevaban a juego desde que decidieron considerarse una pareja casada.

Dio una sonora bocanada de aire, porque había dejado de respirar, parpadeó varias veces, ahuyentando las lágrimas, sin éxito, mientras rebuscaba en su abrigo, hasta sacar su propio anillo, sosteniéndolo entre sus dedos. Era hermoso, y lo llevaba siempre en sus bolsillos, creyendo que había perdido el derecho a usarlo.

KISSPRIL GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora