capítulo 21: Confesión

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Zhongli: ¿Te molesta?

Tartaglia: ... No *No me esperaba esa respuesta en absoluto*

Zhongli: Entonces -le suelta de la muñeca para agarrarle de la mano-. Vamos.

Tartaglia: C-claro *¿No será que todo este tiempo que estuve con él, realmente fue un sueño?* -se pellizca-. Auch.

Zhongli: ¿Qué paso? -lo mira preocupado.

Tartaglia: -Sonríe nervioso y desvía la mirada-. N-nada *no es un sueño*

Cuando ambos llegaron al quiosco Xinyue, se despiden el uno del otro.

Tartaglia: Fue divertido, repitamoslo.

Zhongli: Estaría encantado de hacerlo.

Tartaglia: Me alegro -toma el pomo de la puerta del quiosco-. Nos vemos.

Zhongli: Sí, nos vemos.

Ya en la Funeraria.

Zhongli: Supongo que hoy me tocara hacer horas extras.

Hu tao: Vaya que sí.

Zhongli: -Se queda quieto en el lugar-. Directora...

Hu tao: ¡Jefa! Para tí.

Zhongli: Sí -se da la vuelta.

Hu tao: ¿En serio pensaste que podrías escapar de mi radar solo porque estamos en la época del año en la cual me escapo más temprano que todos para no tener que trabajar de más?

Zhongli: -Murmura-. Con que lo admites...

Hu tao: ¿Disculpa?

Zhongli: Nada, direc-. Digo, jefa.

Hu tao: -Suspira-. Era broma, por supuesto que cumplo mis horas, solo que trabajo afuera porque me siento sofocada en un lugar tan cerrado como lo es mi oficina.

Zhongli: Pensé que solo le encantaba el té.

Hu tao: ¿Qué piensas de mí exactamente? -Niega con la cabeza-. Eso no es lo importante ahora, lo que importa es-

Zhongli: ¿Me bajara el suelo por faltar?

Hu tao: No, simplemente descontare las horas que no cumpliste hoy de tu salario y te lo recompensare en tu próxima remuneración.

Zhongli: Gracias -cuando intentaba irse a su oficina, Hu tao interviene con una mano en la pared.

Hu tao: No creas que puedes desviar la principal fuente de mi curiosidad trayendo otro tema a la mesa -cruza de brazos- ¿Dónde... O mejor dicho, con quién andabas?

Zhongli: ... Usted lo sabe, ¿Cierto?

Hu tao: Simplemente lo asumí ya que nunca faltas -sonríe-. Bienvenido al mundo de los enamorados. Pero... -le aprieta el hombro-. Espero que no hayas olvidado tus responsabilidades con aquellos clientes que confían en que les brindaremos un servicio adecuado para conmemorar a sus seres queridos.

Zhongli: No, y -se inclina-. Juro que jamas volvere a faltar al trabajo, lo siento.

Hu tao: -Sonríe-. Esta bien, siempre y cuando me digas cómo te fue con Tartaglia.

Zhongli: -Ve su mano-. Le agarre de la mano.

Hu tao: -Parpadea varias veces-. Eso es un gran avance, entonces, ¿Dejaras de echarte atrás por el miedo a quedarte solo?

Zhongli: Sí. Pero -Mira a Hu tao- ¿Cómo...?

Hu tao: ¿De tus miedos? -Sonríe-. Es obvio, nadie querría salir con alguien en tu situación. Ni yo...

brindemos por lo que nos queda de vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora