The new marauder family

Capítulo 6

13 de diciembre de 1981, Colegio Hogwarts de magia y hechiceria

Como cada año cuando se acercaba la navidad, los alumnos de Hogwarts volvían a casa y el castillo quedaba sumido en la tranquilidad con los profesores además de los pocos alumnos que se quedaban.

Después de mandar la carta a sus profesores, Sirius y Remus habían recibido una invitación para pasar unos días en el castillo, en parte para resolver sus dudas con respecto a sus bebés y por otra para sentirse un poco más tranquilos de estar en un lugar seguro.

En la mañana de ese día habían preparado todo para poder llevar las cosas necesarias para su estancia, en realidad no había problemas porque irían por la red flú y eso les ahorraría salir de su casa pero cosideraban que lo mejor sería mantenerse en el castillo y no tener que volver por nada.

—¿Listo Sirius? —preguntó Remus cargando la pañalera de Alina y su propia maleta.

Sirius asintió cargando a los mellizos. Revisaron una última vez toda su casa para confirmar que todo estuviera bien cerrado y protegido; cuando estuvieron seguros de que no les faltaba nada y que todo estaba bien guardado, Remus entro a la chimenea con su ahijada.

No tardo en desaparecer y fue el turno de Sirius, que entró con cuidado de no hacer llorar a Harry y después de lanzar los polvos apareció en la oficina de la profesora McGonagall. La oficina seguía siendo igual a cuando eran alumnos, un espacio circular con pocas decoraciones pero con su mesita para té detrás del escritorio, junto a la puerta que daba al pasillo había un par de sillas y las enormes ventanas permitían el paso del sol.

—Que gusto verlos —dijo McGonagall en cuanto Sirius salió de la chimenea.

—Siempre es bueno volver a verte Minnie —dijo Sirius a modo de saludo y usando el apodo que le habían dado ellos cuando estudiaban.

—¿Cómo les va como padres?

Remus sonrió de forma dulce y señaló a sus pequeños.

—Sigue siendo cansado aunque ya nos estamos acoplando, pero nadie nos dijo que todo se complicaba conforme aprendían a caminar.

—Así es, cuando empiezan a caminar por si solos inicia la etapa donde tendrán que estar siempre atentos —Minerva soltó una risa leve mirando a sus dos ex alumnos—. Síganme, Madame Pomfrey estará feliz de verlos.

Salieron del despacho caminando al lado de su profesora, los pasillos del colegio estaban desiertos y se notaba una tranquilidad que solo significaba que no había alumnos por el castillo.

Para ambos, volver a Hogwarts estaba siendo una revolución de emociones, entre la felicidad y la tristeza. Estar ahí les hacía recordar toda su adolescencia llena de aventuras y travesuras, la mayoría de sus recuerdos con James y Lily estaban en esos muros por lo que casi todo los remontaba a unos años atrás cuando eran solo unos jóvenes pensando en que el futuro estaba muy lejos. Sirius pensó en lo feliz que había sido en esos tiempos junto a sus tres amigos rodeado de gente maravillosa que conoció gracias a su colegio.

Cuando llegaron a la enfermería Minerva abrió la puerta suavemente y se dirigió hacia la oficina de Madame Pomfrey.

—Poppy, te tengo una sorpresa. —McGonagall tocó la puerta un par de veces antes de que esta se abriera y mostrara a la enfermera que había cuidado tantas veces a Remus.

—¿Qué sucede Miner...? ¡Por Merlin!

Poppy se acercó hasta ellos con una sonrisa enorme.

—Se ven tan lindos con estos pequeños —dijo mirando de Remus y Sirius a los mellizos—. No saben cuando me alegra verlos, después de todo lo que paso es lindo ver una familia tan hermosa.