Capítulo 5

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1 de diciembre de 1981, casa de la familia Lupin-Black

—¡El desayuno está listo!

Sirius ya tenía todo listo en la mesa, el café, la comida para los mellizos, la comida para ellos, el almuerzo para Remus y los biberones de los dos. Era el primer día de trabajo de Remus, estaba por empezar a trabajar en una librería mágica en el Callejón Diagon, estaba lejos de casa pero era el trabajo que había conseguido. A pesar de todo no era un mal trabajo, sería de 9 de la mañana a las 5 de la tarde con un rato de almuerzo, descansaba los fines de semana pero la paga no era nada sorpréndete, apenas y alcanzaría para algunas cosas de la casa pero Sirius sabía lo importante que era para Remus contribuir a su hogar.

—¡Moony! —lo llamó de nuevo mientras pasaba a los mellizos a sus sillitas.

—Perdona amor, ya estoy listo —dijo el castaño entrando a prisa a la cocina.

Iba con uno de sus usuales suéteres pero se veía un poco más formal que de costumbre, también parecía bastante más animado que de costumbre y eso hizo que Sirius sonriera un poco disfrutando de verlo más feliz.

—Aquí tienes tu almuerzo y un juguito de manzana por si te da sed —explicó pasándole las cosas con calma—. Ahora siéntate a comer, no quiero que vayas sin desayunar.

Remus beso su mejilla sentándose.

—Eres adorable, Siri.

—No lo soy, solo te amo mucho.

—Eso es lo mismo Pads.

Sirius rió un poco sentándose para darles de comer a los mellizos, los dos comían con bastante tranquilidad lo que permitía que el pelinegro pudiera comer a la vez. Sus pequeños no eran tan desastrosos a la hora de comer así que ellos podían disfrutar de sus comidas sin tantas interrupciones o problemas, sin tantas manchas o comida tirada en las sillas y piso a diferencia de otros padres con sus hijos.

—¿Estás seguro de que puedes solo amor? —preguntó Remus después de un rato de estar comiendo.

Le había preguntado eso al menos en 7 ocasiones desde la noche anterior, no porque dudará de sus capacidades sino porque si un bebé era difícil, con dos era una misión suicida pero Sirius no creía que fuera tan difícil además así su novio podría irse a trabajar tranquilo, cualquier cosa él podía improvisar.

—Claro que sí, podré con los dos amor.

Remus pareció dudar un poco pero asintió finalmente.

—Sabes que cualquier cosa puedes mandar un patronus.

—Lo sé amor, lo haré si es necesario pero estoy seguro de que todo saldrá bien.

—Bien —dijo y siguió comiendo.

Terminaron de comer luego de un rato, Remus se levantó tomando sus cosas ya listo para irse a trabajar. Antes de salir beso la frente de ambos bebés y luego le dio un pico a Sirius aunque éste intentó darle más.

—Siri ya debería irme —dijo riendo un poco.

—Lo sé pero quería unos besitos antes.

Remus no pudo resistirse y terminó acercándose a él para darle un beso lento, sujetándolo por la cintura para poder disfrutar de ese beso. Sirius no tardó en corresponder el beso, pasando sus brazos por su cuello para apegar más su cuerpo al de su novio.

Se separaron después de unos momentos, Remus se volvió a despedir de su novio y sus bebés antes de irse dejando a Sirius solo.

—Bien, veamos que tal este día —dijo para sí mismo.

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⏰ Última actualización: Apr 30 ⏰

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