Tell ur girlfriend

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Haimi había conocido a Miles en un bar junto a sus amigos, el chico tenía un cigarrillo en la boca mientras en su mesa estaban botellas vacías y una por mitad de alcohol.

Ambos habían intercambiado miradas desde lejos y sonriéndose coquetamente, más no pasó nada, todo el mundo se fue para su casa, solo fueron miradas y sonrisas. O eso creyeron, los fines de semanas se encontraban en el mismo lugar, Haimi tenía esa ¿suerte? De cuando conocía a alguien nuevo le aparecía en todos lados, pero este moreno solo lo veía en el mismo bar todos los fines de semana en la misma mesa, con los mismos chicos que lo acompañaban.

Después de varios días, algo ocurrió.

—Meli, voy al baño—le aviso a su amiga mientras veía a Miles.

Camino moviendo su cadera seductoramente, entró al baño y no pasaron más de dos minutos cuando vio su objetivo entrar. El chico la miró de arriba a bajo, finalizando miró sus ojos con una sonrisa ladina plasmada en su cara.

Aquella chica era jodidamente hermosa.

—Un gusto, soy Miles—dijo mientras se acercaba lentamente—¿Con quien tengo el placer de hablar?—Haimi alzó su mentón y ladeó su cabeza a un lado y sonrió.

—Un placer, Miles, soy Haimi—le dio la mano al más alto y este no dudó en devolverle el saludo, solo que agregó una pequeña caricia extra a la mano de la chica.

—Lindo nombre, te he visto estos últimos fines de semana y me pareciste interesante, por eso me acerqué—Haimi no quitaba su mirada del tez negra.

—Tú igual, la verdad, eres más lindo de cerca, se aprecian más tus rasgos—ella era una persona honesta, que no le daba vergüenza decir cosas lindas.

—Puedo decir lo mismo, pero de cerca y de lejos eres igual de linda—Haimi soltó una risita.

Después de esa conversación se pidieron los números y hablaban cada rato. Realmente se la pasaban bien juntos, se reían mucho y tenían gustos comunes, hicieron clip al insultante, hasta hacían video llamada.

Al rededor de dos meses pasaron y Miles la invito a una fiesta en casa de su amigo, por lo que acepto.

                                    🍾

Le escribió un mensaje a Miles diciéndole que había llegado. Cinco minutos pasaron y ya el chico estaba caminando a su dirección, sonrió cuando la vio y se acercó trotando, cuando ya estuvo frente a ella la saludó con un abrazo, el cual Haimi se lo devolvió.

—Estas hermosa—tomó su mano y la hizo dar una vuelta para verla mejor—Muy hermosa—Haimi se sonrojó un poco pero lo disimuló.

—Gracias chico, tú también te ves bien—después de eso fueron adentro donde todo estaba iluminado por luces de colores, habían mesas con todo tipo de alcohol y comida, muchos jóvenes bailando al ritmo de la música, era un ambiente sano pero no tan sano, no había nadie consumiendo sustancia ilegales y todos eran mayor de edad, o bueno, eso aparentaban.

Miles le brindo un mojito de fresa, que estaba muy bueno, mientras se sentaban en unos muebles solos.

—La verdad me gusta el ambiente, se siente bien estar aquí—dijo Haimi para luego dar otro sorbo a su bebida.

—Que bueno, si antes estaba bueno, ahora está mejor contigo aquí—le sonrío coquetamente.

—Que cosas dices mijo, pero bueno, disfrutemos—brindo con Miles, quien acercó su bebida, que Haimi no sabe de donde saco.

One shots [Miles G. Morales 42]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora