Crusaders

Capítulo 6

Me encuentro pidiendo una bebida Twings. Harry no ha pedido nada aún, dice que aún no se ha decidido para pedir y sé que no es verdad. No quiere que gaste, pero no comprende que quiero hacerlo para darle las gracias del acto anterior. 

-Jo.der Harry, te he dicho que no hay problema que pidas alguna bebida o algún postre. –digo dándole una sonrisa. Sé que no lo he convencido.

-Arianne, en verdad, no quiero nada, ¿si? Te lo agradezco mucho, pero no tengo hambre ni sed en este momento. –responde amablemente.

-Está bien. –murmuro no del todo convencida.

Nos dirigimos a una mesa vacía. Se encuentra pegada al ventanal.

-Perfecto. –digo para mis adentros dirigiéndonos a dicho lugar.

Harry toma una silla y la jala para que pueda sentarme, vaya, es cortés. Le dedico una sonrisa y agradezco. Él toma su asiento frente mío.

-¿Cuándo llegaste? –pregunté.

-Hace dos días aproximadamente. –dice sonriendo-. Sé lo que estás pensando Arianne. –dice haciendo una sonrisa que aparenta ser más como una mueca.

-¿Huh? –exclamo. Y es que no sé a lo que se refiere. No estaba pensando en algo relacionado con él, es más, no estaba pensando en algo importante.

-Sé que piensas que estoy aquí por ti. Que te seguí en pocas palabras.

-No.... No sé a lo que te refieres. –digo con la voz entrecortada. ¿Cómo se atreve a pensar en ello? Yo jamás me pregunté, me dije eso. Creo que está alucinando.

-Sabes a lo que me refiero Arianne. Y dejame decirme que no estoy aquí por ti. –dice haciendo una mueca-. Es solamente un viaje de placer. No te seguí ni nada por el estilo.

-Bueno pues.. –no puedo ni siquiera mencionar alguna palabra. Me dejó sin ellas. De pronto, reacciono-. Eres.... ¿Cómo puedes decir eso? Ni siquiera me conoces. No puedes adivinar en lo que estoy pensando Harry, y dejame decirte que nunca pasó por mi mente lo tú piensas. –digo molesta.

-Arianne, yo... Yo pensé eso, lo siento. –dice acomodándose su hermosa melena-. Es que me das a pensar muchas cosas, demasiadas diría yo. –dice sonriendo, y mirándome a los ojos. Mierda..

-Solo supusiste Harry, pero no fue verdadero lo que pensaste. Y me da mucho gusto que estés aquí, en verdad.

-Gracias.

De pronto nos quedamos en un silencio incómodo. Yo solamente me dedico a tomar mi bebida en silencio.

-Y dime, en dónde te estás quedando? –preguntá Harry, su pregunta me sorprende y provoca en mí color en mis mejillas.

-E-en verdad vengo con un grupo de turistas, y nos estamos quedando en un hotel a unas cuadras de aquí.

-¿Grupo de turistas? –asiento-. Y dime, qué haces aquí sola? No deberías estar con ellos?

-Claro que sí. –digo sonriéndo acomodándome en mi asiento-. Me dio sed y simplemente lo que estaba informando el guía turístico no fue de mi interés.

-Arianne la rebelde, -dice Harry formando una sonrisa-. No pensé que fueses de esas personas –dice burlándose.

-En realidad no lo soy, -digo- solamente no quise estar ahí. Me he acostumbrado a recorrer algunos países sola.

-Creo que coincidimos con algo.

-Claro. –digo sonriéndo, mirándo hacia otra parte que no sea Harry.

Siento que este tiene la mirada sobre mí y no puedo dejar de sentirme avergonzada. ¿Qué estará pensando?...

-Creo, creo que debo irme. –dice Harry interrumpiendo mis pensamientos y a de pie.

-Creo que yo también –repito su acto-. Fue un gusto volver a cruzarme contigo Harry.

Siento que va a responder mi pregunta con un, yo también Arianne, pero se limita a ignorar lo dicho y a dirigirse a la salida. Volteándome a ver y alzando su mano en señal de despedida.

-Adiós Harry. –murmuro, siguiéndole el paso hacia la salida. Cuando salgo de la cafetería no soy capaz de visualizarlo entre tanta multitud.

Harry se ha ido.

¡Espero lo disfruten beibis!

-Rosse.