CAPITULO 0

8 1 1
                                    

Alguna vez has pensado que no estás en el lugar correcto, que no formas parte de la ecuación que te rodea, esa que todos conocen como vida; así me siento yo, todos los días, será que de verdad no encajo o simplemente no quiero hacerlo. Una persona una vez me dijo, que lo que mucho se piensa, raramente se hace, estoy compensando a creer que es cierto.

 Muchas cosas pasaron en mi vida que me marcaron y me dejaron una herida en el corazón, que ha sido difícil de cicatrizar, pero lo más difícil es tener que mostrar que estás bien, cuando lo único que quieres es estar solo, pero sin estarlo, lo sé no es muy lógico lo que digo, pero en momentos específicos solo necesitas tener una persona que te acompañe en tu soledad, en tu oscuridad, sin que te juzgue, solo que este contigo, acompañándote y sin decir nada, solo disfrutando de la compañía del otro; eso es lo que yo necesito, pero no lo que escucharas salir de mis labios. 

 Siempre he tratado de ocultar lo que siento a los demás, hasta a mi propia familia, en mis años de vida, he comprendido que a veces la persona que más quieres, es la que más te lastima, aunque sea inconscientemente. Después de fingir estar bien todo el tiempo o casi siempre, siento que me sale de manera espontánea no mostrarle a los demás mis expresiones, algunas me catalogan como una persona fría y sin sentimientos, pero soy más que eso; mi almohada se ha convertido en mi mejor aliada, en las noches de insomnio o de llantos, donde solo quiero llorar y dejar salir de todo lo que guardo en mi interior. 

 No soy una mala persona, pero tampoco soy María Teresa De Calcuta... En una ocasión tome una decisión apresurada, la cual cambio mi vida; desde ese instante, una decisión que a simple vista para algunos era la mejor, pero para otros era la peor de mi vida, y si era una tonta por pensar que todo terminaría, si yo acababa con mi sufrimiento, que mi familia y amigos estarían mejor sin mí, pero ¿¡Será que sí!? Que todo se solucionaría si yo me iba lejos... 

 Esa noche de primavera, mientras estaba de viaje con mi familia y amigos, toma la oportunidad, para hacerlo, una vez que todos estaban entretenidos en sus cosas, yo estaba abrumada con todo lo que guardaba en mi interior, tenía ansiedad casi todo el tiempo, pero nadie sabía o eso creía yo; apartándome del grupo, me dirigí al río, que estaba cruzando el pequeño bosque que rodea la casa, de mis abuelos. Cuando llegue me senté a la orilla del río, era hermoso y la brisa era agradable, cálida, el agua era cristalina, un lugar hermoso, digno de admiración, lástima que sea me ultima vez aquí.

 De un momento a otro decidí no demorar lo inevitable y no prolongar mi sufrimiento, nadie se daría cuenta de mi ausencia, lo cual es normal, después de quitarme los converse, luego la sudadera, solo me quede con los jeans negros rasgados en las rodillas y mi camiseta negra, no soy buena nadadora lo cual es perfecto, pero aunque tengo miedo, aun así lo hice, sin pensar en las consecuencias continuas me lance al río; 

Al cabo de unos segundos, me doy cuenta de que esto no es lo que quiero, yo no quiero morir y menos ahogada, sin saber qué hacer me comienzo a desesperar y a gritar por ayuda, qué idiota soy nadie sabe que estoy aquí, nadie vendrá ayudarme, solo tengo que aceptar mi destino.

 Después de sentir que las fuerzas en mis extremidades se han agotado, me doy por vencida, aceptando mi muerte y el río como mi tumba. De repente escucho voces a lo lejos, no sé quiénes son, pero anhelo que me puedan ayudar, no quiero morir de esta manera, no quiero decepcionar a nadie... 

 Ya no tengo las fuerzas necesarias para seguir luchando los ojos se me están cerrando, el estómago lo siento lleno de agua, todo a mi alrededor se está tornando negro, ya es mi fin, así de rápido me alejo de la vida, que alguna vez era perfecta; siento que alguien me abraza por la espalda, pero no reconozco a la persona, solo sé que escucho mi nombre con voz preocupada y un poco de decepción no lo sé, pero lo que si se es que me desvanecí en los brazos de esta persona, sentir su calor corporal me hizo sentir esperanza y deseo de seguir luchando, pero ya no tengo las fuerzas necesarias para una segunda ronda.

 Has experimentado ese instante donde no sabes si estás en la realidad o en un sueño, eso es lo que estoy tratando de descifrar, estoy en un lugar oscuro y muy pacífico, no me gusta este lugar aunque debo aclarar que me hace sentir paz, de pronto siento una opresión en el pecho que me insta a abril los ojos y respirar, cosa que hasta el momento no sabía que no lo hacía. 

 La opresión se vuelve más intensa a cada segundo, de un momento a otro logro reaccionar es como si tu alma volviera a tu cuerpo, cuando logro abril mis parpados, veo que estoy en el suelo, cerca del río en el que por poco muero; mi hermano está arriba de mi cuerpo con sus manos en mi pecho, creo que él me realizó RCP, cuando me enfoca me abraza como si nunca lo había hecho en su vida, yo hago lo mismo que él.

 Cuando me separo de mi hermano mayor, busco a mis abuelos, pero no están aquí, supongo que no se han dado cuenta de la estupidez que iba a hacer o que casi hice, mi hermano al ver que estoy buscando a alguien me ayuda a levantarme del suelo, ambos estamos mojados; sé que me está hablando, pero mi mente está en blanco no logro procesar nada de lo que me rodea, mucho menos de lo que acabo de hacer. 

 Una vez mi hermano logra sacarme del trance en el que me encontraba, me insta a comenzar a caminar, cosa que al instante me fui al suelo, debido a que mis extremidades no soportaron mi peso. No creo que sea la más inteligente de las personas, aun así no soy tan estúpida para saber que no poder llegar hasta la casa sin ayuda, al ver mi situación deplorable, mi lindo hermano me ayuda, subiéndome a su espalda, nos dirigimos a la casa donde supongo están todos esperándome, sin saber lo que ha pasado aquí en el río, gracias a Dios, que mi hermano me dijo que guardaría el secreto, siempre y cuando no sucediera de nuevo.

 Lo cual obvio que acepte, ahogarse es horrible. Al llegar todos se quedaron mirándonos como si fuéramos lo más extraño que hayan visto en sus vidas. 

Sin embargo, mi abuela nos dio una mirada de sospecha y nos hizo señas de seguirla, una vez en la habitación de esta, nos realizó un extenso interrogatorio, que claro está que respondimos, obvio no le dijimos lo sucedido, pero creo que se dio cuenta, debido a que nos dije que siempre abra una solución mejor que el suicidio, no tengo idea como se dio cuenta, pero sus palabras me quitaron la presa que contenía mis lágrimas, solo nos abrazamos y lloramos esta que nos dispusimos ducharnos y cambiarnos. 

 Después de lo sucedido en el viaje familiar, mi hermano no ha querido dejarme sola en ningún momento, pero claro que tenemos nuestras propias responsabilidades de las cuales preocuparnos. Ya han pasado dos semanas del suceso, dos semanas de creer que algo bueno vendrá a mi vida. 

 ¿Pero que pasa cuando lo que llega, está igual o peor que tú, que pasa si lo que necesitas es a alguien con traumas peores que los tuyos, pero con soluciones mejores,  sobre todo como ayudar a alguien que no sabe que necesita ser ayudado? Alguien como él;  Marcus Moretti Zanoli. 

 Como puede haber luz en medio de la oscuridad... como obtener él equilibro entre ambas partes; conoces el significado del Yin y el Yang, él me lo mostró. 

Será que sí?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora