CAPITULO 4

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Al salir del museo estaba muy oscuro y justo cuando nos estábamos montando en el carro de Marcus, mi teléfono suena de manera insistente, ese tiene que ser Adrien.

—Perdón es mi Adrien debe de estar preocupado porque todavía no he llegado a la casa... una vez cuelgo la llamada, claro le tuve que decir que estaba en camino, para que no me viniera a buscar, lo cual sería muy vergonzoso.

—Creo que ya es hora de que te lleve a tu casa, tu familia debe de estar preocupada y no cuero dar una mala impresión.

—Perdón por eso, pero aceptaré que me lleves a mi casa, ya que no sé llegar desde este lugar.

— Para mí sería más que un placer llevarte a tu casa. Eso me hizo ruborizarme y no sé porque, Alda puso en marcha el vehículo y nos dirigimos a mi casa, no es para nada pequeña pero sí sencilla.

Cuando llegamos a mi destino, me despedí de Marcus y entre a la casa, donde un soñoliento Adrien me esperaba en la sala. Comí algo sencillo y subí a darme una relajante ducha para así descansar.

Marcus

Desde que la conocí me pareció una persona dulce, hermosa, carismática y tímida, todo lo opuesto a mí.

No me considero un ser pacífico, mucho menos un pan de Dios claro que no; soy lo último que te quieres encontrar en la vida, soy el heredero mayor de unas de las familias más adineradas y peligrosas de toda Europa, soy algo así como el príncipe de la mafia y no cualquier mafia sino la más respetada de todo un continente y sus alrededores.

Desde los 15 años fui entrenado por mis padres para liderar y me convirtieron en el ser más cruel y sádico que se pueda imaginar, pero no voy a mentir, me gusta que me tengan miedo, es algo de verdad gratificante y da una sensación de poder.

Toda Italia me conoce, nadie mueve un dedo sin que yo lo sepa antes, nadie se atreve a desafiarme o no vivirá para contarlo, cuando me enteré de que unas de las amigas de mi madre recibirían a unos familiares en su casa, no me importaba mucho mientras no me causarán problemas... Pero cuando vi a una de las personas más hermosas e inocentes que he conocido mi mundo se detuvo, no sé qué me pasó, pero solo quería protegerla de cualquier mal que quisiera lastimarla, incluso de mí mismo.

Lea es muy ingenua sin conocerme, me dejó acompañarla en el parque, descubrí mucho de ella en esas horas en las que solo me contemplé en escuchar lo que decía sin peros algunos. En nuestra salida me dediqué en enseñarle todo el pueblo y algunos otros lugares como el museo, el cual le encantó. Ver el brillo en sus ojos fue lo más hermoso y grato que pude percibir, ella se ve tan frágil que no toleraría que alguien le hiciera daño y si algún valiente se atreve a tal insolencia se verá cara a cara con su peor pesadilla. Desde nuestra salida compartimos nuestros contactos, claro, después de insistir.

Conozco mucho de ella, habla tres idiomas, Inglés, italiano y latín, incluyendo el español, que es su idioma natal; yo apenas sé inglés y español, ya que el italiano es mi idioma natal. Tiene cuatro hermanos, pero solo dos de estos vinieron con ella y sus abuelos, siempre está hablando con su hermano Adrien él es un poco protector eso me gusta, pero también me frustra, creó que le tendré que dar un trabajo para mantenerlo ocupado en unas de las empresas familiares que están fuera de nuestros negocios, o en el hospital central que mis contactos pondrán a mi nombre en unos días.

Lo sé solo lo compraré por capricho, pero él que puede, puede y él que no hable, solo lo haré porque en una de nuestras conversaciones ella me dijo que Adrien es médico y está terminando una especialidad en Neurocirugía, a lo cual yo me ofrecí a darle un trabajo de prueba en el mejor hospital de Italia o en la capital... Sé que voy a tener que sobornar a unos cuantos doctores y directivos del alto mando de estos lugares, pero todo por verla feliz y el enorme y agradable abrazo que me dio fue la respuesta que esperaba.

No estoy enamorado de ella, es solo que es la primera vez que alguien me habla sin juzgar las acciones que hago o sin estar obligada a estar conmigo, ya sea por mis influencias o mi dinero, por eso no tengo amigos, solo enemigos y personas bajo mí mandó.

                                                                                      🍃

Ya han pasado dos semanas desde que mandé a mis hombres y mi abogado de confianza a comprar por las buenas o por las malas esos dos hospitales, claro que ya tengo más del 50% de las acciones, por lo tanto, soy el socio mayoritario, pero eso no es suficiente yo lo que quiero es ser el dueño y que los demás trabajen para mí...Ahora me encuentro en unos de los lugares más solitarios de Amalfi con dos de los directivos del alto mando del hospital San Raffaele de Milán, Italia.

Pero tendré a hablar con los directivos del Hospital San Gennaro en Nápoles, o con los de Ospedali riuniti San Giovanni di Dio e Ruggi d'Aragona, que está más cerca de Amalfi, lo que tengo que hacer para que Lea este feliz, de solo pensar en ella me siento otra persona; lo cual no es muy factible para mi negocio, es un riesgo que estoy dispuesto a correr.

Estoy delante de mis nuevas víctimas y próximamente colaboradores si no que quieren pagar con sus vidas, al no colaborar a mi pedido. 

Jonathan es unos de los que eligen a los nuevos médicos que trabajan en el área de neurología a nivel nacional, lo cual es una ventaja para él, debido a esto está vivo todavía; me acerco lentamente hasta estar frente a ellos y con mi arma en la mano le apunto a la cabeza, este de inmediato ruega por su vida lo cual es patético, hasta los pies me quiere besar por su libertad.

— Jonathan, un gusto conocerte, déjame decirte que tienes una hermosa familia, tu hija está muy feliz con los regalos que le mando su nuevo tío, ósea yo. Este me observa con los ojos muy abiertos y me ruega que no le haga nada a su familia.

— Por favor, señor, no le haga nada a mi familia, yo prometo serle leal a usted, solo dígame en que le puedo ser útil.

— Eso quería escuchar, vez eres un buen chico no es agradable cuando no reconocen mi amabilidad, como le paso a tu querido compañero.

Hace como 10 minutos que decidí acabar con la vida de Edward este no dejaba de llorar y decir que no sabía nada, ja como si quisiera saber algo de esa idiota, claro que mis hombres lo torturaron hasta que me dio cansancio de escuchar su voz y acabe con su sufrible y triste vida.

—Verás quiero que contrates y ubiques a una persona que quiero tener vigilada de cerca, en el hospital de Salerno, mejor dicho mi hospital quiero que me vendas los tres hospitales que mi abogado te menciona en su pequeña reunirse de ayer, no me interesa como lo harás, pero te voy a dar solo una semana para eso, nada más, si en ese tiempo no tengo esos hospitales a mi nombre te llegará un lindo regalo de mi parte y créeme que no te va a gustar para nada, principalmente porque tu hija será parte de este.

—Como usted diga, señor, solo necesito las propuestas de compra y los documentos relacionados con esa persona que me dice.

—Excelente hoy mismo te haremos llegar los documentos y no creo necesario recordarte que no puedes hablar nada de lo ocurrido y más que te estamos vigilando al igual que a tu bella familia.

Parece que tiene un par de costillas rotas mis hombres lo habían golpeado hasta el cansancio en casi todo el cuerpo, menos en su rostro, para no levantar sospechas a la hora de estar en la junta con los directivos, no quiero que se evidencie que lo estamos extorsionando. Sin embargo, nada se compara a lo que yo le are si no hace lo que le pedí.




 Marcus  Moretti Zanoli en multimedia. Pero se lo pueden imaginar como gusten.


Será que sí?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora