Hoy es un nuevo día desde la reunión en mi casa con Marcus y Adrien, han pasado tres meses donde mi hermano presento sus proyectos finales y comenzó a trabajar en Salerno, Italia. Me siento feliz por él y por todo lo que ha logrado, no ha dejado de cuidarme cada vez que puede salimos a alguna parte, él y Tea han mejorado su relación tanto así que ahora son novios, cosas que los padres de mi amiga no le agrada para nada, pero ellos están tranquilos porque se quieren y es lo importante.
En cambio, cada día me enamoro más de Marcus, pero tengo miedo de decirle algo, ya que él es mi mejor amiga y me cuida siempre incluso cuando estoy en mis días, lo cual está pasando ahora, se supone que íbamos a salir a una exposición de arte y Don periodo me bajo precisamente ahora que estamos en su auto camino a la exposición, esto es vergonzoso.
—Te encuentras bien Lea, te ves mal como si te estuvieran torturando qué conveniente, ahora el dolor se está volviendo insoportable y este no deja de bromear, necesito analgésicos y unas toallas nosotras.
—Sé que lo que te diré sonara raro y es muy vergonzoso, pero necesito que me ayudes con algo por favor. Le digo con carita de cachorros que sé que no va a poder resistir.
—Claro pitufa dime. Menciona de forma burlón, eso ya es normal entre nosotros.
—Eh necesito que me compres unas toallas femeninas y un analgésico plis.
Veo como se le quita la sonrisa de la cara y mira a otra dirección, ya no aguanto el dolor me doblo en el asiento del copiloto, este ve mi acción y acelera el vehículo y se detiene en supermercado, son las 8 de la noche y este está casi vacío, no me he bajado del coche tengo miedo manchar mi ropa o peor aún este precioso asiento del Porsche, eso nunca Dios permite que la tierra se abra y me trague.
Veo como las personas pasan y le tiran fotos al carro incluso se a recostaron a los lados para salir en la foto, sin saber que dentro había una persona, eso es chistoso, unos 20 minutos después observo como Marcus viene una bolsa en la mano y mirando a todos lados.
—eh solo te traje los analgésicos y toallitas húmedas, ya que no me dijiste que marca te traigo lo demás; son demasiadas marcas y diseños, cual quieres. —unas Nosotras con alas de algodón nocturnas, por favor.
—ok, toma tomate esto y esperamos.
Como si me pudiera ir, ja. Miro como vuelve a dentro del local y me disponga a tratar de dormir por unos minutos. Gracias a Dios que me puse una toalla antes de salir de casa.
Marcus
Esto es raro pero por ella lo haré. Observo las infinitas pilas de toallas y sus marcas, no sé cuál elegir todas son diferentes que si suaves, absorbentes o anti-derramé, me estoy volviendo loco. Bueno creo que ella dijo una nocturna y una normal, entro en el carrito que tengo entro una de cada una, porsiacaso.
—Disculpa necesito pagar esto y los chocolates.
El chico de la caja me mira incrédulo, tendré algo en la cara o no me escucho.
—Eh me escuchaste o no funciona esta caja.
— Sí, creo que tu novia es muy consentida. ¿No?
Eso me descoloco este tipo quiere un tiro en la frente o qué; respira, piensa en cosas lindas como Lea.
—Me puedes cobrar o me lo regalas.
—vale, eso es todo.
—Gracias.
Después de pagar me dirigí hasta el auto, barias personas me miran y ven al auto, creo que se dieron cuenta de que es mío. Una vez a dentro mira que Lea está dormida en una posición no muy favorable para su cuerpo, decido llevarla a su casa hoy Adrien está libre quizás esté en su casa y la puede cuidar o sino me quedado con ella hasta que este llegue.
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Será que sí?!
Ficção AdolescenteAlguna vez creíste que la persona más feliz, estaría destruida por dentro, que la más simple y hermosa sonrisa, oculta una gran tristeza 🥀, en éste mundo no todo es color de rosa, ahí veces que la persona que más te apoya y te quiere, es la que más...