Pequeños cambios.

Capítulo 2: Conociendo a la familia.

De ida al aeropuerto nos fuimos en taxi ya que solo había viajado Bob para recogerme, luego en el aeropuerto el viaje fue realmente agotador, horrible, mi primer viaje en avión y terminé con el trasero adolorido. Cuando bajamos del avión, buscamos el equipaje y todo eso. Cuando ya estaba todo listo, Bob llamó a mi tía y a los pocos minutos... me llevé una gran sorpresa.

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Mi sorpresa fue ver ahí parada a una mujer, hermosísima, y jóven. Fue sorpresa para mi, porque sinceramente al ser mi tía, hermana de mi padre, supuse que sería alguien un poco más mayor, con más arrugas, sin menos pelo y... sin menos cuerpo. Pero creo que exageré. La mujer casi corrió hacia mi, se paró y se me quedó viendo, como dudando si abrazarme o no.

-Eres idéntica a tu madre, Jamie -dijo ella mientras me observaba con una sonrisa -bueno, excepto por los ojos, ella los tenía azules -y me abrazó, obviamente yo le devolví el abrazo -vámonos ya, deben estar exhaustos del viaje -dijo mirando a Bob y después a mi.

Nos dirigimos los tres a un auto negro muy bonito, conducido por Bob, yo iba en el asiento de atrás, incomoda. No incómoda por el carro ni nada, el carro era genial, pero iba incómoda con la situación. Ellos iban platicando entre ellos y de ves en cuando mi t;ia o Bob me miraban por el espejo retrovisor. Yo solo iba callada y contestaba si me lo pedían, más que nada iba muy nerviosa. Solo me limitaba a mirar por la ventana las hermosas calles de Londres. Hacía un frío tremendo. No me dí cuenta cuando el auto paró hasta que mi tía habló.

-Bien Jamie, baja. Hemos llegado -me dijo ella mientras bajaba del auto. Bob ya estaba bajando mis maletas. Mi tía se dirigió a la casa, una casa enorme, hermosa y blanca -bienvenida a casa Jamie -dijo mi tía abriendo la puerta. 

-Es hermosa -le dije admirando la casa. No es que no hubiera visto una así antes, pero ahora viviría en una casa de esas, en una mansión. Ella me sonrió y me hizo señas para pasar. Era aún más hermosa por dentro.

-¡SORPRESA! -gritaron muchas personas. Yo casi me caigo para atrás, mi tía solo empezó a reír.

-Sorpresa Jamie -dijo mientras reía -si que te sorprendimos -dijo más calmada, yo sonreí tímida.

-Cariño -dijo un hombre atractivo abrazando a mi tía -hola Jamie, soy Simon -me dijo dándome la mano.

-Mucho gusto señor -le dí la mano también.

-Solo llamame Simon, por favor -dijo sonriente.

-Ven Jamie te presentaré con todos -yo solo quería descansar...

Me llevó (prácticamente me arrastró) por toda la casa presentándome a su familia, una muy grande familia, llena de tíos y tías nuevas, que aunque no fueran realmente mis tíos me hicieron saber y me dejaron muy en claro, que yo ahora era parte de la familia por lo tanto ellos también eran mi familia. Aunque me sentía muy incómoda o no sé cual sea la palabra correcta para describir como me sentí con toda esa familia, me sentí muy feliz, ellos eran buenas personas, se les notaba en solo hablar. También tenía un número grande de primos, la mayoría era mayor que yo, pero también había pequeños, tengo que decirlo, todos eran muy guapos. Pero solo tenía una prima, llamada Susan y de mi edad, por lo que entendí es hija de Michael y Clara, mis tíos que vivían a una casa de donde ahora vivía yo. Todos los tíós y tías se encontraban en la sala hablando de cosas de personas de su edad. Todos los primitos estaban jugando por ahí, y los primos grandes estaban enfrente de nosotros en una "bolita de chicos", por lo que ví todos son agradables. Y yo estaba ahí con Susan sin saber de que hablar. 

-Llegaste solo a reemplazarme. Yo era la única chica hasta hoy -me dijo así como si nada, mirándome fijamente y yo no supe que decir, acababa de conocer a mi única prima y ya me odiaba con el simple echo de... llegar.  

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