La vuelta a casa fue muy diferente a las anteriores, esta vez el aura que los rodeaba no era el de una amistad, sino el de dos chicos enamorados, y que se daban su amor sin problema. Caricias que lo decían todo sin necesitar palabras, algún que otro abrazo de lado, besos, muchos besos. Martin estaba impaciente por llegar a casa y tener una conversación más profunda sobre lo que había ocurrido, además, después de tanto tiempo, iba a volver a dormir abrazado a Juanjo, como tantas veces había soñado en los últimos días.
Cuando por fin pusieron un pie en el piso, Juanjo se dirigió al sofá, acompañado de Martin, y se sentaron quedando el mayor debajo y el menor a horcajadas sobre el. Juanjo pasaba sus manos por los muslos del vasco, ofreciéndole suaves caricias, Martin sintiendo que se le iba a detener el corazón con solo ese gesto.
-Tenía muchas ganas de estar así. -Juanjo se atrevió a romper el silencio-
-Yo también. -Martin esbozó una sonrisa tonta-
-Estás mejor? -el vasco solo asintió- Creo que necesitas darte una ducha fría de todas maneras. -esta vez el vasco negó- Martin. -Juanjo lo llamó a modo de reprimenda-
-Juanjo, esto es lo único que necesito.Y sin dejar tiempo al maño para que contestase, se lanzó sobre él, uniendo sus labios. El mayor no pudo esconder la sonrisa que se le escapó. El beso comenzó siendo una suave caricia, de manera lenta, disfrutándose el uno al otro por completo. Hasta que Juanjo inclinó más su cabeza hacia un lado para profundizar aquel beso. Convirtiéndose entonces en una guerra desenfrenada por ver quién podía besar más intensamente al otro. Aunque no podía ni quería, Juanjo se obligó a separarse, subiendo una de sus manos para acariciar la mejilla del menor.
-Venga, a la ducha, y no me hagas llevarte en brazos porque sabes que lo haría. -Martin lo miró desafiante con una sonrisa-
-Cuando quieras.Juanjo puso sus manos bajo el culo del menor, y se levantó con el en brazos, Martin soltó una carcajada pero enseguida comenzó a moverse.
-Juanjo, no, bájame. -el maño le hizo caso y con una sonrisa lo bajó, posando sus manos entonces de nuevo en su sitio favorito, la cintura del menor-
-Te espero en la cama.
-No te vayas a dormir eh.
-No me pienso dormir sin mi beso de buenas noches. -Martin sonrió tontamente y se acercó para dejar un pico sonoro en la boca de Juanjo-Tras esto, cada uno se dispuso a hacer lo que había dicho, Juanjo se puso rápidamente el pijama y esperó tumbado hasta que el menor llegó de la ducha. Al mayor se le entrecortó la respiración cuando lo vio entrar, simplemente con unos calzoncillos y una camiseta perteneciente al maño. No era la primera vez que Juanjo le veía así, pues de normal el vasco solía dormir con solo una camiseta, pero esta vez era su camiseta, y eso hizo que sintiese morirse al verlo.
-No tengo nada aquí, y he visto esta camiseta en el baño, te da igual? -comentó Martin mientras se acercaba a la cama, el maño solo asintió mientras se hacía a un lado, sintiéndose incapaz de hablar-
Martin se tumbó y se abrazó al mayor como tenían por costumbre, soltando un gran suspiro de satisfacción al sentirse rodeado de aquel aroma que desprendía el mayor. Después de unos largos minutos en silencio, Juanjo intentó moverse para comprobar si Martin estaba dormido pero desde esa posición no podía encontrar un buen ángulo para ver su cara.
-Oye, -la voz del mayor era un susurro casi inaudible- te has dormido?
-Si. -contestó el vasco de igual manera-
-Y mi beso? -Martin levantó su cabeza y apoyó su barbilla sobre el pecho del mayor, mirándolo sonriente-
-Como perdona?
-Mi beso. -Juanjo hizo un puchero con sus labios y aquel gesto hizo que Martin se lanzase para acabar con la distancia entre ellos nuevamente-Si alguno pensaba, no había ningún sitio en el mundo en el que deseasen estar más que ahí. Queriéndose.
-Venga Pumu, a dormir que es tarde. -el maño rompió el beso y finalmente, le dio un pico y se giró dándole la espalda para dormir-
Martin se quedó ahí parado, mirándolo. Otra vez la sensación de confusión, acompañada de decepción. No iban a hablar nada? Martin había vomitado aquella noche todo lo que llevaba años sintiendo, y aunque el mayor no hubiese salido corriendo, el vasco esperaba tener una conversación más amplia con él, sobre todo lo que ambos sentían, solucionarlo todo. Pero eso no ocurrió. Y Martin decidió que esta vez no esperaría a la mañana siguiente para descubrir que pasaría, esa noche espero hasta que estuvo seguro de que Juanjo se encontraba dormido y salió de aquella cama, marchándose de vuelta a casa de sus amigas.
A la mañana siguiente, cuando Juanjo se despertó, lo primero que hizo fue llevar su mano hacia la cama buscando a ciegas el cuerpo del menor, tras intentar varias direcciones y no conseguirlo, abrió los ojos confundido, pudiendo ver que la cama estaba vacía.
Con la misma confusión, se levantó y salió en busca de Martin. Después de recorrer todo el piso, y llamarlo varias veces se dio cuenta de que el vasco no estaba allí. El sonido del timbre lo tranquilizó por un momento, pero los nervios y el miedo volvieron a instalarse en su cuerpo cuando al abrir la puerta, a quien se encontró fue a Lucía.
-Buenos días por la mañana. -dijo su amiga mientras entraba y cerraba la puerta tras ella-
-Días, porque de buenos no están teniendo nada. -contestó Juanjo con bastante molestia-
-Wow, alguien se ha despertado con el pie izquierdo.
-Me estoy volviendo loco, Lucía.
-Que pasa?
-Te juro por dios que yo anoche cuando me dormí Martin estaba aquí, y ahora no está, y estoy empezando a pensar que quizás fue todo un sueño. -Lucía soltó una carcajada-
-Mira loco no sé si estarás, pero tonto si eres un rato. Nos mandaste un mensaje para avisarnos de que te ibas a casa con el, así que no, no fue un sueño, pero no te puedo explicar por qué no está aquí ahora.
-Y si se ha arrepentido?
-De que exactamente? -Lucía miró su teléfono- Espera, me está llamando Bea. -lo descolgó y lo puso en su oreja, el maño se cruzó de brazos mirándola con molestia- Bea! Sí. Sí bueno a ver, ahora mismo me está mirando con una cara de perros... Si ahora mismo me estaba diciendo justo eso, que? Ahí? Eh, vale, vale.
-Que pasa? -preguntó al ver la expresión seria de su amiga-
-Tranquila Julieta, que ya se donde está tu Romeo, vamos.El maño se sintió confundido, pero aún así sin hacer más preguntas, se abrigó y siguió a su amiga, no soportando más la espera de no saber la razón por la cual aquella mañana había despertado solo.
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what i'd be without you - juantin
Fanfictiondónde juanjo es el mejor amigo de martin o dónde martin es el mejor amigo de juanjo o donde ambos llevan años enamorados de su mejor amigo pero no se atreven a decírselo al otro.