CAPITULO 10

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GACELA

Ha sido una semana de mierda. Siento como si los planetas se hubieran alineado para conspirar en mi contra, nada me sale, todo se tuerce y estoy harta de sentirme observada todo el tiempo.

¿Lo curioso?

Es que son sentimientos diferentes, unas veces siento que cuando me observan, antes de asustarme hace que mi cuerpo vibre y la excitación recorre cada celular de mi ser, otras veces, me cabeza enciende las alarmas de peligro.

Siento que me estoy enloqueciendo.

No dejo de recibir mensajes de un número desconocido.

Siguen siendo aterradores.

Eres mía.

No dejes que nadie vuelva a tocar si no quieres cargar con la culpa de que una persona muera por haberlo hecho.

Eres una hermosa obra de arte que no me canso de apreciar.

Eres el alma que ha logrado cautivarme como ningún otra.

En poco tiempo estarás en mis brazos y no pienso dejarte escapar.

Con cada mensaje viene una rosa negra y estoy asustada, pero tambien me intriga y me excita. Es algo irreal, además, no dejo de pensar en el hombre misterioso de aquella noche en el club.

Todo ha sido tan raro que pienso que es hora de sacar una cita con algún psiquiatra.

Tres golpes me sacan de mi ensoñación. Tomo aire y me acomodo en la silla de mi oficina.

-Adelante – Regreso mi mirada a la pantalla de ordenador, tengo que terminar la organización de la fiesta de disfraces que organiza la empresa.

-Buenos días Srta. Jones – Me quedo sin palabras cuando llevo mis ojos a mi asistente, trae un enorme ramo de rosas negras en sus manos – Llegó esto hace un momento para usted.

Abro la boca y la vuelvo a cerrar, me siento como un pez fuera del agua. El oxigeno no llega a mis pulmones, el pulso se me acelera y puedo sentir el sonido de mis latidos en mis oídos, es como si mi sangre recorriera mis venas a una velocidad vertiginosa. Trago el nudo que se me ha formado en la garganta, las nauseas amenazan con regresar lo poco que pude ingerir esta mañana.

Me obligo a reaccionar, aunque mi cerebro haya decido que era hora de funcionar.

-Déjalo aquí - ¿Esa es mi voz? El tono agudo y rasposo no se parece en nada a sonido de voz.

-¿Está todo bien? – Puedo percibir el hilo de preocupación en el tono de voz de mi asistente.

Le doy una falsa sonrisa.

Bueno si, mira... como te explico que he tenido un acosador, que ha estado siguiéndome y observándome todo el tiempo, que ingresó a mi pequeño apartamento hace unas noches, me folló con su arma, hizo que tuviera el orgasmo mas fabuloso de mi vida, luego se fue y me dejó allí, como si fuera una puta, luego creo que ese mismo acosador ha estado enviándome mensajes un tanto perturbadores, que en vez de alterarme, lo que hacen es despertar en mí deseos impropios y oscuros, por cierto, siempre he sabido que algo anda mal en mi cabeza, pero ahora creo que lo he confirmado, porque no quiero que este acosador desaparezca, quiero que siga acechándome, pero... aquí viene un pero, tambien he sentido como si otra persona, un poco mas aterradora me observara y mi cabeza ha encendido las alarmas, pero yo sigo sin hacer nada. ¡Ah! Tambien ese mismo acosador, fue al club donde había estado tomando unos tragos con mi mejor amiga, me besó dijo que era mi novio y luego volvió a marcharse

OBSESIÓN (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora