Hoy voy viviendo con recelo.
Carros de la verdad, eras de piedra.
Cuidad con recelo la esperanza caída.
Es tan simple abrir y cerrar, como un libro.
Y tan compleja de llevar, cargar y entender.
Es como una búsqueda inefable.
Es llevar, cargar y entender incertidumbre.
En un ayer, lleno y nada de piedad.
Hoy camino con el pasado, con una parte, con un trozo, que se hizo alegre, ayer mañana se convirtió en tarde. La primera era odio, hoy es perdón, perdón, que cicatriz, ya ni te recuerdo. Es como el rayo de sol, cada día diferente, que paso, que paso que mi corazón cambió.
Ayudar, me ayudó a perdonar, aquello que guarde, hoy se vuelve nostalgia y se que perdone, porque ya olvidé.
Solo fueron necesarios nada más que poco, que cuatro años.
Agosto.
Th Marquina
