Se que solo escribo frases, pero detrás de cada frase hay un momento, hay un instante que he querido retratar, como cuando fluye la lluvia, como cuando vuela el día, como cuando reviven los recuerdos, con una canción, he pasado en el celular, las aplicaciones me matan las horas y yo te mato a ti, las cartas ya no son de este siglo, tal vez seas el inmsonio de alguien más y eso es bueno, una vez le pedí a alguien que te cuidara.
He pasado mis dedos entre el celular y ha sonado una canción, una que menciona la juventud, una que descubrí, una que tú me mostraste, la que ahora es mi melodía, la que pase lo que pase, no me recuerda lo malo, solo me recuerda, al día que la escuché y una mañana la viviré.
Había un libro que escribía las lágrimas y de fondo esa canción, había una historia y de fondo esa canción se murmura en mi cabeza, habían muchas cosas pero nunca más tu nombre.
Comienzo a recordar como quería que acabarán los meses, como pasar cada pasillo, como correr en dirección opuesta y como hacer que mis ojos no te vieran, pero nunca me percate que cada perfume me recordaba a ti, cada vez que el aroma regresaba, fue sentido por mi nariz sentía un golpe de sentimiento y tú recuerdo efímero reaparecía, eras el fantasma de los aromas en cada micro, eras porque ahora creo que los gases tóxicos han ido dispersando y disolviendo el aroma, poco a poco hasta su punto más atómico y a un leve susurró lo ha dejado, lo ha vivido.
Desde que todo paso, no he tocado la orilla del mar, desde que todo paso, no he visto otro atardecer más lindo que el que ví cuando te vi, desde que todo paso, las mañanas tuvieron color y no porque ya no estás, si no porque ahora estoy yo, soy toda mi mente y ya no estás en ella, ahora ya sale lo que quiero, se cómo quiero que me quieran, se cómo quiero que no me quieran y se lo que quiero esperar.
La melodía suena, yo la he buscado, seamos jóvenes y que le tiempo no pase, se cómo una bomba. Soñemos todo el tiempo, la música enmarcará todo los momentos y resuenan en nuestras células, un por siempre, es igual que mirar y creer, cuando ya hemos comprobado que siempre caeremos, por siempre una gota va a caer, pero al menos vivimos, buscando la esperanza de siempre ser.
Suena como el mar, como si las olas golpearan la realidad y crearán el el baile que nunca bailamos, suena la voz que pide perdón, suena en el mismo instante en que recuerdo como quería hablarte ayer, en el que recuerdo como esperaba a que respondieras, como quería que pasaran los fines de semana para verte y hasta las vacaciones, y cuando yo quería ...
Las trompetas solo dicen ayer, preguntan que paso con eso, pero cada mañana deja más atrás al ayer y dijimos...