8.9
Ya no caí en sus ilusorias manos,
Ya no caí en su leve tacto,
Ya no caí en su delicada franela,
Ya no caí en su fuerte contorno,
Ya no caí en su frágil sentido,
Ya no caí en dedo de canela,
Ni en su cuerpo de novela,
Ni en sus manos paralelas,
Ni en sus manos con que son solo adornos,
Ya no caí en sus queridos tejidos.
9.1
Es el poema de los desastres.
Pequeño mío, no te afanes,
Pequeño mío, no pienses
Porque mañana crecerás
Y solo las hojas de papel,
Han de volver al final.
Pequeño mío, no calles,
Pequeño mío, súplica,
Porque así como oyes,
Porque así es papiro,
Las tintas que salpican.
Las hojas verdes,
Un día se secaran,
Las montañas,
Pequeño mío.
TH MARQUINA
