Pues la cena no estuvo ni tan mal, la comida escasa pero muy buena. Lo que más me gustó fue el postre era algo así como un volcán de chocolate con toques de frutos rojos.No se lo que ha costado, tampoco lo he querido mirar pero estoy segura de que ha costado más de lo que gano yo descargando el camión.
Llegamos a casa pasadas las doce, la abuela y Jorge se quedan un rato conversando en el salón mientras tanto subo al dormitorio principal y cambio las sábanas, ventilo a la habitación y limpio el polvo.
Bajo las escaleras y me quedo parada, donde se supone que tengo que dormir. Supongo que con la abuela pero recuerdo el contrato.
Cláusula número quince:
La esposa compartirá el dormitorio con su esposo siempre y cuando él lo quiera y dispondrá de intimidad cuando él lo desee...
Bueno esperaré a ver qué dice, pero no creo que me pida dormir con el cuando está más que claro que no está interesado en mi.
La una y media y siguen conversado, no puedo más y me quedo dormida en el sillón.
Me despierto y son las seis, maldita sea me he dormido. Me visto rápidamente y salgo corriendo hacia el trabajo.
Llego a las seis y cuarto, el jefe está enfadado y me hace pasar al pequeño despacho me entrega un sobre y me desea buena suerte.
Le imploro porque no me despida en un año no he llegado ni un solo día tarde no me puede echar a la calle por quince minutos, el me dice que no es eso que está contento con mi desempeño pero que se va a jubilar y su hijo no necesita personal ya que con su esposa e hijos puede llevar la empresa con solvencia.
Salgo a la calle y me siento en el coche abro el sobre y veo como hay cien euros más. Cómo si con eso fuese a resolver todos mis problemas.
Vuelvo a casa y preparo el desayuno, antes de llegar he parado y he comprado unos bollitos y unas galletas de huevo sin azúcar.
--- Gabriela que haces aquí, tan pronto?---
--- Yo... yo... ya no tengo trabajo, nadie es imprescindible --- respondo entre hipidos.
--- No pasa nada, ya verás como tú suerte cambia ---
Me abraza y acaricia mi pelo, levanto la cabeza y lo veo a el parado en la puerta.
Creo que lo ha escuchado todo, no dice nada está serio, bueno es que yo creo que él es así. Desde que ha llegado no lo he visto sonreír ni una sola vez.
Desayunamos en silencio, hasta que es roto por el timbre. Me levanto y abro la puerta, se trata de Leandro hoy ha llegado más pronto de lo habitual, suerte que ya estaba en casa.
Saca un sobre del bolsillo y me lo entrega, voy a cerrar la puerta cuando aparece Jorge a mí espalda, Leandro se queda blanco de la impresión, lo hace pasar al salón y este comienza a sudar como un pollo.
Me adelantó y voy hasta la cocina, no quiero que vea a la abuela, podría descubrirla y no es eso lo que deseo.
Dejo la puerta un poco abierta por petición de la abuela y hago lo que me pide, escucho con atención. Se que esto no está bien pero no le puedo negar nada.
--- Dónde está el dinero que falta?---
--- A qué te refieres, no se de qué me estás hablando ---
--- Durante siete meses han estado saliendo de la cuenta dos mil euros y a ella solo le has dado doscientos...---
--- La vas a creer a ella antes que a mí! Llevo trabajando para tu familia más de veinte años... ---
--- Y es por eso que no te voy a denunciar, pero no te quiero volver a ver por la empresa nunca más ---
--- No me puedes hacer esto, de que voy a vivir ---
--- Haberlo pensando antes de querer engañarme ---
Se escuchan pasos, retrocedo rápidamente cierro la puerta de la cocina y me asomo por la ventana, veo como se monta en su coche y sale de la propiedad.
--- Abuela...---
--- Lo he escuchado todo, ya era hora de que pusiese en su lugar a ese sinvergüenza --- responde sonriendo.
María llega un rato después y Jorge también habla con ella, esta vez no los espió sino que es la propia María la que me cuenta la buena noticia en persona.
Jorge le ha subido el sueldo y va a contratar a alguien más para que le ayude con la casa.
Pasa toda la mañana con el ordenador y al teléfono, como la primera como todos los días, cambio mi ropa por el uniforme de limpiadora y cojo mi bolso.
Monto en el coche y hoy parece que no quiere arrancar, jolín no puedo permitirme perder dos trabajos el mismo día, miro el reloj y veo que si cojo la bicicleta aún llegó a tiempo.
El único problema es que hace mucho calor, es la una y media del medio día y el sol calienta con fuerza.
--- Qué quieres ponerte enferma otra vez!---
Esa voz hace que un escalofrío recorra mi cuerpo, volteo la cabeza y lo veo parado en la puerta de la casa.
--- He cogido una gorra, mi coche no quiere funcionar y llego tarde al trabajo ---
--- Creía que te habían despedido ---
--- Si, pero tengo otro trabajo por las tardes ---
--- Qué trabajo realizas?---
--- Limpio unas oficinas y algunos portales ---
--- No tienes cualificación para aspirar a algo mejor---
--- No supongo que no, deje la carrera de administración de empresas hace un año y medio. Y este trabajo está bien, no pagan mucho pero no hay nadie que te grite ---
--- Baja de ahí, yo te llevo ---
Me siento avergonzada pero ir en bicicleta varios kilómetros bajo el sol no es lo que más me apetece. Además el coche tiene aire acondicionado.
Le doy la dirección del trabajo y el me lleva, salgo del coche sin despedirme y después de dos horas el sigue ahí, voy hasta el coche y le pregunto qué porque no se ha ido.
En cambio me pregunta hacia donde debe llevarme ahora, le indico la dirección y arranca el coche. Pronto llegan las ocho de la tarde y termino todo mi trabajo.Ahora solo me queda ir a por mí sobre. Por desgracia nadie me tiene dada de alta por lo que cobro en dinero B.
Paso hasta el despacho y él me acompaña, saludo a la dueña y está me entrega el sobre, lo miro y veo que falta dinero. Me quejo y me dice que la chicas del Este cobran menos dinero por hora, sino no estoy interesada ya se dónde está la puerta.
Jorge da un paso adelante, le dice que no volveré a trabajar más aquí y le advierte que tenga cuidado con las inspecciones.
--- Por qué lo has hecho? Necesito el trabajo, tengo comprar comida y las medicinas de la abuela, ahora que vamos a hacer ---
Me mira y sonríe, conduce y me lleva de vuelta a casa.
Paso delante de él y voy directa a mi dormitorio. Me cambio de ropa y me doy cuenta de que no he hecho la compra.
Miro el reloj y veo que ya está todo cerrado, Hay Dios! Que vamos a cenar hoy.
Llego a la cocina y abro el frigorífico... No lo puedo creer está lleno de comida, hay incluso refrescos. Cierro el frigorífico y paso a la despensa, mis ojos no creen lo que ven está todo lleno.
Comienzo a llorar pero está vez es de alegría.
Nota: Si conseguimos 16 estrellas antes de que acabe el día subiré otros dos capítulos. Sino lo haré como hasta ahora. Un besito curiositas...
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Matrimonio bajo contrato ( Pausada )
RomanceGabriela está llena de deudas, unas deudas que jamás pidió, unas que les dejaron sus padres al fallecer trágicamente. Ahora está punto de ser desahuciada, sin una casa y sola en esta vida. Cuando por fin ha decidido rendirse escucha un pitido en su...