El matrimonio es un pacto socioeconómico.
Lucille Baxter lo supo desde que fue vendida a los doce años para casarse con un hombre que le triplicaba la edad.
Ahora él murió, y Lucille se enfrentará a una vida de viuda, la venta de su hogar, y a un ta...
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De un momento a otro, la vida de Lucille había dado un giro completo. Como si su vida no fuera lo suficientemente desgraciada, su marido va... y muere. ¿Qué clase de pecados ajenos estaba pagando? ¿Qué persona estaba tomando justicia de la persona equivocada? Sabía que sus padres habían hecho un sin fin de cosas malas, Helmut también. Y ahí estaba ella, pagándolas todas y cada una. Posterior a la muerte de su anciano esposo, el médico arribó a la propiedad para determinar la causa de la muerte. Y Lucille casi quiso reír al oírlo decir "Fue un problema del corazón". Como si su esposo hubiera tenido uno.
Aunque claro, hablando sentimentalmente, porque para vivir, todos necesitamos uno, incluso las personas más despreciables. La situación era sumamente deprimente, con Clarisse triste y odiándola, culpándola por haber matado a su padre. Y a pesar de haberlo pensado bastantes veces, en realidad Lucille no era una asesina. Y esa mañana, la muerte de Helmut... no había sido su culpa, para nada. Y como si no bastara el resentimiento incrementado que ahora Clarisse le tenía, también era su deber explicarle a Louis lo que había sucedido con su "padre". Un niño de siete años, que lo entendió a duras penas. Bueno, al menos no sería difícil vivir sin un padre que lo despreciaba.
Para Clarisse, era una situación extremadamente distinta. Y la casa se había vuelto un lugar más frío de lo que ya era. Era una frialdad a la que Lucille no estaba acostumbrada. El funeral fue pronto, sólo tres días después de la muerte de Helmut. Un funeral... al que sólo asistieron ellos, pues la muerte tomó lugar en el principio de la temporada social. Claro que sus pocos "allegados" no se tomarían el tiempo de viajar casi dos horas para un funeral de un anciano cascarrabias. No era importante, y en eso, Lucille les daba toda la razón a las personas faltantes en el funeral de su esposo.
