El matrimonio es un pacto socioeconómico.
Lucille Baxter lo supo desde que fue vendida a los doce años para casarse con un hombre que le triplicaba la edad.
Ahora él murió, y Lucille se enfrentará a una vida de viuda, la venta de su hogar, y a un ta...
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"Irritante", era la única palabra con la que Anthony se identificaba en ese momento, o la que más resonaba con la personalidad de la supuesta esposa de lord Baxter. Aquella mañana de abril, Anthony se había levantado de un excelente humor, a pesar de la constante presión que su madre ejercía sobre él para que se casara de una vez por todas. Aunque había ahuyentado a la mitad de señoritas casaderas de la temporada social de 1814. Su lista llena de prospectos se había acabado, y todas habían sido un desastre. Así que cuando su hermano Benedict se sentó frente a él y le dijo:
—¿Ya encontraste esposa? ¿O planeas ofender a todas las señoritas de Londres? ¿Nuestra madre lo sabe? —. No supo hacer nada más que salir corriendo de la sala antes de que su madre lo interrogara. Aunque fue inevitable.
Visitar a lord Baxter, era un buen pretexto para zafarse de su familia. Además, había pasado un largo rato desde que lo había visitado. Si no mal recordaba, quizás fue un poco antes de que Daphne se casara con Simon, el duque de Hastings. No lo visitaba tan seguido, y tampoco eran cercanos. De hecho, Helmut Baxter se lo hacía saber siempre que llegaba. El mayordomo le avisaba de su llegada, lord Baxter salía y lo llevaba directamente al jardín trasero, donde habían rosales rojo casi vino, y una mesa color negro. Casi toda la casa era de este color. Anthony nunca entendió porque la fascinación de su hermana Hyacinth por ese lugar.
Era oscuro y sombrío, todo lo contrario a lo que los Bridgerton representaban. Sin embargo, podía comprenderla un poco, a Anthony le cautivaron las tierras extensas y el tamaño de la casa. Tenía ocho hermanos, cuatro hermanas, y tres hermanos. Benedict, Colin, Daphne, Eloise, Francesca, Gregory y Hyacinth. Todos dependían de él, todos necesitaban fondos para subsistir. Las mujeres de la familia, requerían de sus dotes para el día en que se casaran. Y sus hermanos, requerían de fondos para casarse y vivir una buena vida. Y Anthony tenía los bolsillos a reventar, por supuesto que podía solventar a cada uno.
